ARLINGTON.- Alex Rodríguez trató de verle el lado positivo a lo acontecido el viernes en la noche. La respuesta de los 49,195 que abarrotaron el Ameriquest Field en Arlington fue dura, pero no tanto.

“Me sorprendió lo positiva que fue”, dijo Alex, después que sus Yanquis perdieran 9-7 ante los Vigilantes. “Cuando fui a firmar autógrafos, había mucha gente, muchos cartelones positivos, muchas cosas buenas. Recuerdo que en Seattle no había nada positivo. Todo fue negativo”.

El regreso de Alex al Safeco Field con los Vigilantes sucedió hace más de tres años – el 16 de abril del 2001. Los fanáticos de los Marineros lo molestaron y tiraron billetes falsos por US$100,000 al terreno. Los Vigilantes, coincidencialmente, perdieron ante los Marineros esa noche, 9-7.

Hasta hace dos semanas, cuando Rodríguez regresó al Safeco por primera vez con los Yanquis, la reacción fue mucho peor que el viernes en la noche.

“Y no estoy seguro por qué”, dijo Rodríguez.

Los fanáticos en Seattle nunca le perdonaron por aceptar ese contrato de US$252 millones y 10 años que le ofreciera el dueño de Texas Tom Hicks, para firmar en la agencia libre.

Este año, los Vigilantes están jugando mucho mejor sin su estelar campo corto, quien ha hecho una fluida transición a la tercera base desde el cambio que lo envió a los Yanquis por Alfonso Soriano el pasado mes de febrero.

Los Vigilantes tienen marca de 24-17 y están a dos juegos y medio de Anaheim en la División Oeste de la Liga Americana. Durante los tres años de Alex en Texas, los Vigilantes no pudieron salir del sótano.

Los Vigilantes esperan llenar el estadio todo el fin de semana, mientras los dos equipos se enfrentan sábado y domingo.

“Es bueno para el juego”, dijo Rodríguez. “El espectáculo viene a Texas y vienen 150,000 personas. Ellos hacen una gran cosa de nada. Al final de cuentas, me encantó estar aquí y sé que Tom Hicks está contento con los 150,000 fanáticos que vienen a ver a los Yanquis.

Hicks planeaba estar en el estadio ayer sábado para ver a A-Rod con los Yanquis. Rodríguez dijo que esperaba que el encuentro fuera cordial.

“Debe de estar de buen ánimo”, dijo Rodríguez de Hicks. “Su equipo está jugando muy bien. Nadie se merece ganar más que él”.

Fue una de esas noches milagrosas en las que A-Rod se luce en lo dramático.

Alex fue abucheado cuando salió al terreno poco antes del juego y lo atacaron fuertemente cuando salió al plato para su primer turno al bate con un out y Kenny Lofton en primera base.

Rodríguez conectó una línea contra el abridor Joaquín Benoit que se fue de cuadrangular.

“En cualquier momento que uno pega jonrón, especialmente en el primer turno al bate, eso marca el ritmo del juego”, dijo Rodríguez. “Definitivamente se sintió bien, arrancar bien. Sabía que íbamos a necesitar más de dos carreras y ellos sí que agitaron bien sus bates”.

Versión (Dionisio Soldevila Brea)