Alfombras de fibras naturales, elegancia y sutileza a  sus pies

Alfombras de fibras naturales, elegancia y sutileza a  sus pies

Las alfombras naturales se han convertido en un accesorio de la decoración moderna que aporta una imagen fresca y actual, a pesar de que se utilizan desde hace siglos. Las ventajas de incluir este tipo de alfombras en la decoración del hogar son numerosas: resultan muy versátiles, aportan calidez y pueden integrarse a diferentes estilos decorativos.

Estas alfombras son muy resistentes y versátiles, además de que aportan gran personalidad a los espacios donde se utilizan. Su regreso se debe, fundamentalmente, a la necesidad de crear espacios donde los elementos naturales sean los protagonistas en el hogar, permitiéndonos estar en contacto con ellos, ya que este tipo de alfombras proviene de fuentes renovables.

Es posible ubicarlas en el hogar según sus características de acuerdo al tipo de fibra natural.

Las alfombras de fibra decoco, por ejemplo, son ásperas y rugosas, por lo que conviene evitarlas en el dormitorio, donde se requieren materiales más suaves al tacto. Su resistencia hace que sean apropiadas para zonas muy transitadas, como el recibidor o un pasillo.

Por el contrario, mucho más suaves resultan las alfombras de yute, que deben ser protegidas contra las manchas. Por eso son indicadas para el dormitorio, donde no hay un tránsito intenso y se necesita de suavidad al tacto. Entre las alfombras hechas con fibras naturales, aquellas fabricadas con sisal son las más populares gracias al equilibrio entre suavidad y durabilidad.

Estas alfombras resisten el uso intenso, pero también pueden pisarse con el pie descalzo sin ningún problema. 

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