POR DIONISIO SOLDEVILA
El dominicano Alfonso Soriano es un hombre que ha demostrado que sabe adaptarse a las situaciones. Contrario a la mayoría de los peloteros de nuestro país, Soriano no llegó a las Grandes Ligas como lo hacen los demás. Primero pasó por la Liga de Japón, luego de haber firmado como profesional con los Hiroshima Toyo Carp.

De ahí que Soriano habla sin problemas con la prensa japonesa que visita los parques de las mayores, principalmente cuando estaba con los Yanquis y compartía casillero con Hideki Matsui. Su defensa no ha sido una virtud, sino más bien un obstáculo que siempre le ha generado algunas críticas.

Pero su madero es más que impresionante y es éste que lo ha llevado al estrellato y a convertirse en uno de los jugadores más populares de las Grandes Ligas.

Después de un cambio de Nueva York a Texas por Alex Rodríguez, Soriano pasó a los Nacionales de Washington antes de comenzar la campaña del 2006 con su tercera organización.

Pero antes de iniciar el año Soriano se encontró con el bloqueo de la gerencia de los Nacionales, que se negaba a colocarlo en la intermedia, para mantener en el puesto a José Vidro. Sin embargo, lo mejor que hizo Soriano fue adaptarse al cambio a los jardines y con el 40-40 en sus pies, necesitando apenas una robada antes de comenzar el juego de anoche contra los Diamondbacks de Arizona, el nuevo jardinero está en la mejor temporada de su carrera.

A UN PASO

Soriano ya cumplió la pata de los cuadrangulares y sus 45 toletazos de vuelta completa ya representan el mayor total de su carrera.

Además, su ritmo de robadas de este año es de 44 por lo que se encuentra encaminado a unirse al exclusivo grupo de peloteros que han logrado el 40-40.

De hecho, en un momento de la campaña se comenzó a coquetear con la idea de que Soriano inaugurara su propio club, el de los 50-50.

Pero eso ha ido despejándose por la magnitud de la marca, el poco tiempo que falta de la temporada y que las proyecciones han ido cediendo poco a poco. Soriano de por sí, ya es dueño de un grupo y es el de los 40 jonrones, 30 robos y 20 asistencias desde los jardines, por lo que de por sí no le ha ido tan mal cambiando de posición defensiva.

LOS MIEMBROS

El club de los 40-40 fue inaugurado por José Canseco en la temporada de 1988, cuando el entonces jardinero de los Atléticos de Oakland conectó 42 jonrones y se estafó 40 bases. Ocho años más tarde, Canseco recibió compañía en el club de los 40-40 y se le unió el futuro inmortal y rey jonronero de todos los tiempos, Barry Bonds.

En la temporada de 1996, Bonds, ya con los Gigantes de San Francisco, repitió la misma hazaña de Canseco, con 42 cuadrangulares y 40 robos.

GRUPO 40-40

AÑO   JUGADOR                 MARCA

1988    José Canseco       42-40

1996    Barry Bonds            42-40

1998    Alex Rodríguez        42-46