NEW YORK. B Antes de llegar al Yankee Stadium el viernes, Alfonso Soriano nunca había estado dentro del clubhouse de los visitantes. De hecho, ni siquiera sabía dónde estaba. AEsta es mi primera vez@, dijo Soriano. ASiempre había tomado la derecha, y hoy tuve que hacer una izquierda@.

El instinto de virar hacia el clubhouse de los Yanquis no fue el único recuerdo que Soriano tuvo de sus días en Nueva York. El segunda base todavía tiene una apartamento en el área y se quedó en el mismo para la serie de los Vigilantes en Nueva York.

ATodos los días venía al parque@, dijo. AAsí que me siento como si hoy jugara con los Yanquis, porque hice lo mismo que hacía el año pasado. Es un poco raro@.

La multitud del Bronx le dio una cálida bienvenida al dominicano, dándole una ovación de pie al saludar a sus 49,372 amigos.

AFue un momento especial para mi@, dijo. AEstoy contento porque creo que los fanáticos me apoyan. Ya no juego para los Yanquis, pero creo que le di algo especial a los fanáticos@.

El respeto por lo que Soriano hizo como jugador de los Yanquis no se limitó al aplauso antes de su primer turno al bate. Cuando salió al terreno en la parte baja de la primera entrada, los fanáticos de las gradas del jardín derecho corearon su nombre como si fuera el de un jugador de Nueva York.

AEso te demuestra la clase de fanáticos de esta ciudad@, dijo Gary Sheffield. AVi a A-Rod pasar de Seattle a Texas y la recepción fue muy diferente. En esta ciudad, la gente aprecia lo que uno hace@.

Después de fallar con un rodado en el primero, Soriano, quien terminó la jornada de 4-2, disparó jonrón al primer lanzamiento de Kevin Brown en su segundo turno al bate.

La multitud aplaudió como si todavía usara el uniforme de los Yanquis al correr las bases después de su jonrón 42 de por vida en el Yankee Stadium.

ANo pensé que esa bola saldría del parque, lo que le da una idea de lo fuerte que es@, dijo el dirigente de los Yanquis, Joe Torre. ASolo se mantuvo volando. Tiene mucho talento B pero eso lo sabíamos. No es una sorpresa para nosotros@.

(Versión Dionisio Soldevila Brea)