POR LLENNIS JIMÉNEZ
El experto en temas haitianos Alfonso Torres afirmó ayer que la población de inmigrantes haitianos en  República Dominicana actualmente es de 1.6 millón, como lo confirman datos del Centro Dominicano de Estudios Estratégicos sobre Haití, institución que diariamente monitorea las informaciones que se publican en el mundo sobre esa nación.

Advirtió que se hace urgente la creación de convenio migratorio entre  la República Dominicana y Haití para regular la contratación de mano de obra haitiana, similar al que existe entre el país y España.

Dijo que a pesar de las cifras migratorias, la agencia británica Cooperación Internacional para el Desarrollo (CID) precisa que la población de inmigrantes haitianos y de dominicanos de ascendencia es de apenas de 300,000 habitantes. Declaró que otras entidades ofrecen datos diferentes.

Sin embargo,  Torres advirtió que el hecho de que no se disponga de cifras oficiales y fiables, es un problema serio para la nación y la elaboración de políticas de desarrollo y de incorporación a la sociedad de población.

«Pero es, además, reflejo de la falta de institucionalidad del Estado dominicano en materia de política migratoria y de inmigración», comentó el abogado Torres, expositor del tema sobre Extranjería haitiana, su impacto en la construcción, la agricultura y los servicios domésticos, en el panel celebrado por el Centro Dominicano de Tecnología  y Ciencias (CEDOTEC), en la Universidad Católica Santo Domingo.

Torres planteó que la inmigración haitiana es el resultado de la falta de legislación adecuada, la incapacidad los gobiernos, los intereses empresariales, que ha facilitado una inmigración masiva e ilegal, y violatorias de sus derechos.

Afirmó que esto ha generado una población indocumentada, que por años ha ido procreando nuevas generaciones y aumentando el problema sin soluciones serias y adecuadas. «Las repuestas han sido nerviosas repatriaciones, a su vez, creadora de nuevos problemas».

Precisó que esto ha provocado que al país se le reduzca su credibilidad para exigir sus propios derechos. «El manejo inapropiado, desorganizado e inconsistente no ha permitido fijar políticas y tratamientos adecuados a esa población inmigrante en la República Dominicana».

Indicó que pese a los estudios de organismos que trabajan con el sector, se carece de cifras oficiales que digan cuántos extranjeros viven en el país  y con qué estatus. «Ni sabemos cuántos dominicanos viven en el exterior y con cuál estatus».

Expresó que el porcentaje de haitianos en el país se sitúa en un 4%, aunque hay diferentes cifras sobre esa presencia. Las palabras de bienvenidas las pronunció el director ejecutivo del Servicio Social de Iglesias Dominicanas (SSID) y de Diálogo Dominico Haitiano de las Iglesias Evangélicas. En tanto, el presidente de CEDOTEC, Fernando Sibilio, se refirió a la integración haitiana en la República Dominicana.

FALTAN LOS DATOS

Según Torres, quien pertenece al Centro de Estudios Estratégicos sobre Haití, el fenómeno de las migraciones es complejo, pero en el caso de la inmigración haitiana a la República Dominicana, no es fácil analizarla, debido a la ausencia datos reales sobre los flujos migratorios, la cantidad, características y condición de los inmigrantes.

Señaló que una investigación realizada por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLASCO) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) contiene un trabajo de la autoría de Carlos Dores Cabral  que establece que la «primera carencia que se nota es que todavía no se ha aplicado en la República Dominicana una encuesta de carácter nacional y con vocación de representatividad entre los haitianos que viven y trabajan en este país, que pueda dar cuenta de cuál es su realidad completa».

Opinó, Torres que cuando se aborda el  tema Haití desde cualquier variante están presentes los prejuicios de distintos tipos, las posiciones ideológicas cerradas y los intereses particulares en términos políticos, y las condicionantes históricas, lo que constituye una limitante para el correcto análisis.

Al hablar frente a representantes de organismos que trabajan con grupos de haitianos y que trataron sobre diversos aspectos relacionados con ese grupo,  estudiantes de ese país, el ex cónsul de Haití en el país, Edwin Paraison; así como funcionarios del gobierno dominicano, Torres manifestó que una cuestión importante al discutir el tema es la insuficiencia de los enfoques y la carga de los intereses ideológicos puestos.

De ahí que, precisó, historiadores, ensayistas, religiosos, sociólogos, políticos, entre otros, como los «todólogos» con adhesiones y lecturas distintas, han analizado aspectos particulares del problema, como los enfoques jurídicos y económicos enfrentados.

Dijo que la República Dominicana, no obstante,  está compelida a compartir el espacio geográfico con la hermana nación, ya que no hay posibilidad de construir un muro porque es antihistórico.

Consideró que el problema de la inmigración haitiana se trata de «un tema complejo, polémico, generador y multiplicar de pasiones, que por donde quiera que se le toque, despierta ronchas y contracciones».

Sobre este problema que tiene más de una arista y que divide a la opinión nacional, Torres lamentó que no existan estudios acabados, particularmente en lo relativo a las estadísticas.

Sostuvo que cada enfoque extremo ofrece una cifra o muy baja o muy alta de la cantidad de inmigrantes en el país. «En cuanto a las posiciones extremas que existen, por lo que unos, son llamados nacionalistas, de manera despectivas, y otros, son llamados Ongs (organizaciones no gubernamentales) o personas que viven del tema y las ayudas de los amigos de Haití».

OTROS INMIGRANTES

Torres dijo que monitorearon la población cubana en el país y contactaron que ronda los 30,000 habitantes y el 87% de los cuales llega con una visa de turistas y finalmente se quedan. Otros de esos nacionales llegan para participar en un evento científico y se quedan. En tanto, que otros se quedan luego de venir con una invitación para vacacionar.

Criticó que el Estado dominicano no tenga  registrada la presencia de la comunidad cubana en el país, a pesar de que e l Consulado Cubano y el Embajada encuestan a esa población. A su juicio, los cubanos desplazan, en término laboral, a una población calificada de la República Dominicana.