Algo de todo

Algo de todo

La Capilla Sixtina del Vaticano tiene el mismo tamaño que el Templo de Salomón, según el Antiguo Testamento:  49.93 m. de largo x 13.41m. de ancho.  Su parte central es “El Juicio Final” o “Juicio Universal” obra del genial Miguel Angel, quien lo inició en 1535 y finalizó en 1541.  Su fuente para su expresión fue tomada del Apocalipsis de San Juan.

Las figuras al desnudo de Miguel Angel escandalizaron a la iglesia y por esta razón, una década después, se contrató al pintor Daniel Da Volterra, conocido como “il Braghettone” para que cubriera con mantos las partes íntimas.

En 1809,  en Inglaterra, se fabricó la primera “pluma fuente” con un pequeño compartimento para la tinta que no fluía sola hacia el punto; sino que el que escribía debía apretar un pequeño émbolo de vez en cuando, para mojar la punta de la pluma.  En 1903 un vendedor de seguros americano, Lewis Waterman, inventó una bolsita de goma dentro de un estuche cilíndrico, que podía llenarse succionando la tinta al comprimirla y descomprimirla. La tinta fluía hacia el punto por capilaridad.  El uso de la pluma de fuente duró hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se popularizó la pluma de bolígrafos más práctica y barata.  Aún hay muchos que prefieren la pluma fuente para estampar su firma en un documento.

El origen  de la tinta no es preciso pues algunos dicen haber sido inventada por los Egipcios y otros que fueron los chinos. También se discute el tiempo de su origen pues se dice que fue 400 AC, pero existen quienes creen que fue mucho antes.   La hicieron negra y roja y su primer uso fue para marcar piedras. Provenían de la mezcla del negro de humo con goma y agua que era eficaz y duradera, y la otra era la mezcla de sulfato ferroso con una poción realizada de las agallas de roble.

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