Algo de todo

Algo de todo

Última  columna del año 2010, bueno para muchos y malo para otros. GRACIAS a todos ustedes por ser fieles lectores y por todos los mensajes positivos y de apoyo que me envían.  Gracias también al personal del periódico que hace posible su publicación, en especial a Don Ramón Guerrero.   “Algo de Todo” les desea un FELIZ  Y PRÓSPERO AÑO NUEVO.

Aunque  la tradición de comer las 12 uvas siguiendo las campanadas de Año Nuevo está documentada desde diciembre de 1897, muchos dicen que se originó en 1909, en Viñalopó, una comarca de la provincia de Alicante, España, cuando la cosecha de uvas de esa temporada llevó a los viticultores españoles a repartir y alentar el consumo de uvas para atraer la buena suerte. La costumbre se regó desde España a toda Latinoamérica.

En la  Nochevieja de 1930, Alfonso XIII, abuelo del rey Juan Carlos I, de España, se mezcló con los madrileños esa noche de San Silvestre y recibió al nuevo año en la Puerta del Sol, donde frente al reloj se congregan miles de personas en pleno centro de la capital.

Otros  ritos que se hacen en Nochevieja son tomar lentejas para conseguir abundancia, meter billetes en los zapatos o sostenerlos en la mano para lograr fortuna, poner maletas en el frente de la casa para viajar en el próximo año, cascar huevos en un vaso con agua e interpretar al día siguiente su forma, quemar muñecos o usar lencería   roja o amarilla.

También,  las solteras aseguran sus sillas para pararse y sentarse al ritmo de las campanadas para conseguir novio.  Poner un anillo dentro de una copa de champaña para tener dinero.   Para limpiar la casa, se barre desde el fondo de la vivienda hacia la entrada y si en el año viejo no le fue bien en asuntos del corazón, el 31 en la noche amarre un paño o cinta roja a una foto de la persona amada.

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