Se dice que la expresión de “poner los cuernos” deriva del viejo símbolo del buey, animal que se somete paciente al trabajo que le impone su amo. De ahí, que los maridos o esposas infieles, “le pongan los cuernos a su pareja”. Esta expresión empezó a usarse en España hace cuatro siglos extendiéndose por el mundo.

Tenemos dos oídos porque el sonido llega antes a uno que al otro, lo que permite que podamos distinguir de cual dirección viene el sonido.  De igual manera, tener dos ojos nos permite calcular la distancia a la que están los objetos.  Si quiere hacer una prueba, tápese un ojo y sin mover la cabeza  trate de alcanzar un objeto, vera que es más impreciso.

La Sociedad Americana para el estudio de los Dolores de Cabeza, reporta que el 80% de los que sufren de Migraña son mujeres.

Los árboles de palma de dátiles en Irak son legados familiares.  A los árboles se les dan nombres individuales, suelen tener grabadas historias personales y son considerados una parte básica de la riqueza familiar.

Los Vikingos sacrificaban seres humanos en las proas de sus barcos en la creencia de que los espíritus de las víctimas asesinadas protegerían al barco.  Para inaugurar un barco, el vino sustituyó la sangre y en nuestros días, el champán lo ha hecho por el vino.

Para que el huevo no se pegue del sartén, rocíe sal antes de  verter el huevo.

La historia original de “Alicia en el País de la Maravillas” al principio se llamó “Las Aventuras de Alicia bajo Tierra” y fue ilustrado por el mismo autor, Lewis Carroll, cuyo nombre verdadero era Charles Lutwidge Dodgson, un profesor de matemáticas en la Iglesia Cristiana de Oxford.