POR ELSA RAMIREZ DE MIURA
Dedico esta columna a todos mis hermanos bomberos por celebrarse hoy el día de su patrona.  Mi esposo, mi hijo y yo somos bomberos voluntarios, felices de servir a la sociedad a través del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional.  Hemos desempeñando diversas funciones a través de los años dentro de la Guardia Voluntaria, y créanme, es de las actividades más gratificantes que hemos tenido en la vida, a pesar del riesgo o de momentos emocionalmente impactantes.  Felicito a nuestro jefe y amigo, general de brigada,  C.B., Oscar Guillermo García.

 Está comprobado que   75% de los pacientes de úlcera son hombres.

 Los chinos y japoneses beben té caliente junto con las comidas porque es mucho más saludable.  Dicen que las bebidas frías ayudan a solidificar la grasa consumida en los alimentos.

 La localización de los ojos del burro  le permite verse las cuatro patas.

 Que pena me dio el sábado 15 próximo pasado, cuando fui al Teatro Nacional a ver las “estrellas” del ballet ruso.  En un momento me confundí y pensé que estaba en una sala de cine cualquiera.  No creía lo que veía, pasando anuncios comerciales proyectados en el majestuoso telón rojo y para colmo, repitieron uno de ellos.  No me explico como las autoridades   consintieron en lo que considero un irrespeto a tan importante sala de arte.

 Se queman más calorías durmiendo que sentado viendo televisión.

 Un día como hoy, del año 1934, Babe Ruth jugó su último partido en el  Yankee Stadium.  El público lo despidió como a pocos en la historia del béisbol.

 La inglesa, Mary Shelley, escribió su novela “Frankenstein o el Moderno Prometeo”, cuando tenía 19 años.  La terminó en la primavera de 1817 y se publicó en 1818.   El tema le surgió de un sueño que tuvo donde un débil estudiante se arrodillaba frente a un ente que había creado.

 Aunque comúnmente se piensa en “Frankestein” como el monstruo enorme de piel amarilla y labios negros, en realidad el monstruo nunca tuvo nombre.  Se describe como el monstruo de Frankestein,  un ente creado por un joven suizo, estudiante de medicina llamado en la obra, Victor Frankestein, que lo forma de uniones de diversas partes de cadáveres que sustraía de cementerios y morgues.

 La palabra “glorieta” proviene de que en Paris,  durante el Siglo XII, existió el palacio “Gloriette”.  El sufijo “ette” en francés significa diminutivo, así que se utilizó con el tiempo en habitaciones decoradas con todo lujo y pasando los años, se refería a un espacio semiabierto en los jardines que usualmente eran cubiertos con plantas  y mucho verdor a su alrededor.  Aparece en 1607 en “El Tesoro de las Lenguas Francesa y Castellana”, de Cesar Oudin.

 En 1891, el alemán, Wilhelm Bruhn, inventó el “taxímetro”, un aparato que medía la distancia recorrida o el tiempo transcurrido.  El primer automóvil fabricado con el nuevo instrumento fue fabricado por Gottliev Daimler, llamado el “Daimler Victoria” y el 16 de junio de 1897 fue vendido a Friedrich Greiner, un  alemán que empezó el primer negocio de taxi motorizado.