ALGO DE TODO

ALGO DE TODO

Las papas no deben guardarse en el refrigerador porque el almidón que contiene se convierte en azúcar más rápido, dejando una papa más dulce y arenosa. La luz solar provoca que le nazcan “ojos” o pequeñas protuberancias.
La cebolla y el ajo tampoco deben guardarse en nevera porque se ponen blanditos. Nunca debe ponerse una cebolla cerca de las papas porque hace que estas últimas se pudran más rápido.
Ligar cáscara de huevos a la tierra aporta calcio a la plantas. Aunque no es un nutriente del que las plantas suelan manifestar que les falta, en ocasiones sufren de una enfermedad que se conoce por “podredumbre apical”, que por dentro se van pudriendo. Los pimientos, tomates y berenjenas son susceptibles a esta enfermedad por falta de calcio. No debemos abusar de este tipo de abono porque en grandes cantidades puede que se le cambie el PH a la tierra y eso tampoco es beneficioso.
Las cáscaras de huevos también sirven como repelente de caracoles y babosas en los patios.
El calcio de la cáscara de huevo es muy beneficioso para las personas que sufren de osteoporosis. Una receta que recomendaban las abuelas era poner un huevo crudo en un vaso y cubrirlo con el jugo de un limón. Dejarlo por 24 horas, sacar el huevo, que todavía es usable para cocinarlo como le parezca, y beber el jugo que puede ligar con un poco de agua.
Otra receta de las abuelas contra la celulitis, es cortar un limón en rodajas y frotar con ellas las estrías diariamente.
El limón partido con varios clavos dulces insertados en cada mitad, hacen un insecticida natural.

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