Algo de todo

Algo de todo

Elsa Ramírez de Miura

Deseo para todos los lectores de esta columna que la magia de la Navidad llene sus corazones de alegría, paz y esperanza y que el mejor regalo que recibamos sea poder disfrutarla junto a nuestros seres queridos.

El Belén más antiguo que aún perdura es esculpido en piedra realizado a petición del papa Nicolás IV en 1288, conservado en el Museo de la basílica de Santa María Mayor en Roma.

La costumbre de representar el nacimiento de Jesús o Pesebre nace cuando San Francisco de Asís, el santo de la humildad y pobreza, luego de un viaje que hizo a la gruta de Belén donde nació Jesús, quiso representar el nacimiento en vivo con la ayuda de su amigo Juan Velita, dueño de una gruta en las montañas de Greccio, Italia, muy parecida a la que vio en Belén, y del Párroco del pueblo.

Escogieron a personas del pueblo, colocaron un paño blanco, llenaron la gruta de heno y llevaron un asno, un buey y otros animales, manteniendo todo en secreto para que fuera sorpresa y siguiendo lo relatado por el Evangelio de San Lucas, lograron su propósito.

La noche de Navidad de 1223, las campanas de la iglesia repicaron sin cesar haciendo que los habitantes del pueblo de Greccio salieran de sus casas cuando eran llamados por San Francisco hacia la montaña y allí se encontraron con aquella hermosa representación. Allí se celebró una misa hermosa y llena de amor.

Fue en la Edad Media y en el Renacimiento cuando se agregaron al pesebre las figuras de los pastores de Belén y los tres reyes magos: Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes trajeron al niño ofrendas de oro, incienso y mirra.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas