En Cuba se puede visitar el museo de refranes que tal vez podría ser único en el mundo. Ubicado en la carretera Central, a la entrada de la ciudad de Sancti Spiritus, a 350 Kms. de la Habana, está la casa de estilo colonial cubierta con ladrillos de barro en los que se lee un refrán diferente en cada pieza.
Tomas Álvarez de los Ríos, novelista y periodista cubano, inició a recubrir su casa con ladrillos sobre los cuales escribía con pintura refranes y dichos populares en el 1985 hasta su muerte en el 2008, llegando a cerca de 6 mil piezas inscritas.
Los visitantes lo consideran como lugar de meditación al repasar los refranes de sus paredes.
Siguiendo en Cuba, en el parque del sector llamado “Vedado” existe una estatua de tamaño normal de John Lennon, uno de los integrantes de Los Beatles.
Es obra del escultor cubano José Ramón Villa Soberón. El parque, que a partir del concierto homenaje que se le rindió al cantante y compositor ingles en el 1990, se le denomino popularmente como Parque John Lennon.
El parque John Lennon quedo oficialmente inaugurado con ese nombre en el año 2000, al cumplirse los 20 años del asesinato de Lennon. Para el develizamiento de su estatua sentado en el extremo de un banco, contó con la presencia de Fidel Castro y artistas de renombre cubanos.
El lugar se ha convertido en sitio obligado de todos los turistas que visitan La Habana. Yo también tengo mi foto al lado de John Lennon.
El refrán “a ese no lo salva ni el médico chino” se origina de que el médico si existió, se llamaba Cham Bom Biam, ganando fama por sus curaciones. Llego a Cuba por un contrato de trabajo cuando era estudiante de medicina en China y terminó sus estudios en la isla.
Daba una poción de plantas hecha por él que denominaban como milagrosa. Su fama se extendió y de todos los rincones de Cuba iban a tratarse con el médico chino.