Tanto sabemos que Colón descubrió América, pero poco sabemos cuándo murió y qué paso con su cuerpo ya sin vida. Colón murió en Valladolid, España, el 20 de mayo de 1506 y fue enterrado en un convento franciscano en esa ciudad, desde donde fue trasladado a la capilla de Santa Ana en el monasterio Cartuja de Las Cuevas en Sevilla, en 1509.
Cumpliendo el testamento de su hijo Diego que decía que tanto sus restos como los de su padre se trasladaran a la Catedral de Santo Domingo, María de Toledo, esposa de Diego, se encargó de complacer sus deseos. Hay discrepancias sobre la fecha exacta en que trasladó los restos pues existen datos del 1536, 1539 y 1544. Luego que España cediera la isla a Francia, unos restos aun en investigación, fueron trasladados a La Habana, Cuba, en 1795, y llevados a Sevilla en 1898.
Durante trabajos que se realizaban en la catedral de Santo Domingo en el 1877, encontraron una caja de plomo con restos identificados de Cristóbal Colón. Se dice que es solo un 15% de la totalidad de un esqueleto que se encuentra en Sevilla, por lo que los investigadores piensan que existe la posibilidad que los que reposan en el Faro a Colón en Santo Domingo Este desde el 1992, sean parte también de la osamenta del Almirante.
Tengo que confesar que en varias ocasiones que he visitado la Catedral de Sevilla, me paro frente al catafalco a esperar a los grupos de turistas que se acerquen e interrumpo las explicaciones del guía cuando despectivamente dicen que los dominicanos quieren por conveniencia seguir exponiendo que tenemos en Santo Domingo los restos de Colón; la mayoría de las veces siempre alguien sabe del tema y se identifican con mi posición y el guía tiene que replantear su explicación. Me sale el nacionalismo de inmediato, ¡qué le vamos hacer!