La fruta que en nuestro país conocimos como “chinola”, tiene el nombre indígena de “mburucuyá”. Cuenta la leyenda que Mburucuyá era una joven española que llego a América junto a su padre, Virrey del Río de la La Plata, donde se enamoró perdidamente de un muchacho de la tribu indígena guaraní. El padre mando a matar al guaraní y Mburucuyá de pena se clavo una flecha de su amado en el corazón. A medida que la vida salía de su cuerpo, la pluma de la flecha se fue convirtiendo en la primera flor de mburucuyá, que le dio el nombre a la flor y fruta como es conocida en países del cono sur.
Al llegar los curas Jesuítas a América, llamó su atención la flor del mburucuyá, también conocida por la deformación de su nombre original, maracuyá, al observar que tenía 3 estambres y lo relacionaron con los clavos de Jesús, 5 pistilos que asociaron a las cinco heridas de Cristo y la corona de filamentos a la corona de espinas. Por eso la llamaron en latín “Flor Passionis” o “Flor Pasionaria”, como es conocida en algunos países, incluyendo su traducción en inglés “Passion Fruit” como le llaman en Estados Unidos.
El 29 de marzo recién pasado se celebró el día mundial del piano, que se celebra a partir del 2015 por iniciativa del pianista y compositor alemán, Nils Frahm, en el día número 88 del calendario representando las 88 teclas que posee el piano. En los años bisiestos se celebra el 28 de marzo. El piano moderno fue creación de Bartolomeo Cristofori en el año 1709, en la ciudad italiana de Florencia durante la corte de los Medici.
Miss Piggy, el personaje de los Muppet, fue una creación del diseñador Bonnie Erickson, quien vivió en North Dakota, igual que la cantante, compositora y actriz norteamericana, Peggy Lee, de las más influyentes en la música. En ella se inspiró en 1974, para la creación del personaje que inicialmente llamó “Miss Peggy Lee” y luego se acortó a solo “Miss Piggy”.