El termino “Holloween” tiene su historia. En la antigüedad, en Bretaña, Escocia e Irlanda, se celebraba cada 31 de octubre, la fiesta de “Samhain”, último día del año en el calendario celta y anglosajón. Se tenía la creencia que ese día los muertos regresaban acompañados de brujas y espíritus, para lo que tenían un ritual que ahuyentaba los malos espíritus.
Al llegar el cristianismo y contrarrestar el Samhain, se estableció el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos, así queda el 31 de octubre en inglés como “All Saints´s Eve” (víspera del Día de Todos los Santos), también llamado “All Hallows´ Eve”, (Hollows significa en ingles antiguo “santo o sagrado”), luego solo “Hallows´ Eve”, de donde derivó “Halloween”.
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Muchas de las tradiciones se convirtieron en actividades infantiles que los irlandeses llevaron a los Estados Unidos en el siglo XIX, desde donde se ha extendido a muchos países de América en los últimos años.
Pocas personas saben que la Gioconda o Mona Lisa de Leonardo da Vinci, tiene las letras “LV” diminutas en su ojo derecho, las que según expertos, podrían referirse a las iniciales de su autor. En el ojo izquierdo aparecen las letras “CE o CB”; y delante del puente en el lado derecho de la pintura, ya casi ilegible por el paso del tiempo, también tiene “72” o “L2”. Para esas otras inscripciones los expertos no tienen explicación.
La Gioconda tiene su doble en el Museo del Prado en Madrid, España. Es la mejor copia de la historia. Estudios realizados revelaron que es una réplica realizada por uno de los discípulos de Da Vinci que al tiempo que su maestro pintaba la original, él hacia la copia.