Las habichuelas con dulce, ese plato tan sabroso que se prepara mayormente en Semana Santa, es originario de la República Dominicana según afirma el historiador José G. Guerrero. Dice que de su origen se sabe muy poco, pero que se ubica a finales del siglo XVII y la permanencia de los franceses en Santo Domingo (1795-1809).
Dorvo Soulastre, un militar francés que vino a la isla acompañando al general Hédouville en 1798, aporta el dato de que cuando la migración francesa paso del lado de los que es Haití, a la parte oriental hoy Republica Dominicana, Francois Delalande introdujo la costumbre de comer frijoles y legumbres ya que tenía una finca de legumbres.
Las habichuelas criollas sustituyeron los frijolitos finos franceses que se comían azucarados en Francia. Así paso la costumbre a los dominicanos de consumir frijoles dulces. En la parte de Haití, no se arraigó porque los frijoles azucarados eran consumidos por nobles y terratenientes ricos que emigraron a otros lugares.
A pesar de que las habichuelas con dulce es un plato nacional, existen variantes en su preparación dependiendo la región; en algunos lugares se utilizan las habichuelas rojas y en otras se hace con habas.
La palabra “etcétera”, se utiliza para indicar que hay otros elementos en una lista sin haber sido mencionados. Proviene del latín “et cetera”, que significa “y otras cosas”. Se utiliza mucho en su abreviación “etc”.
El dicho “hierba mala nunca muere” proviene de que, en los campos españoles, los agricultores nunca terminaban de erradicar las plagas, bichos o maleza que afectaban sus sembradíos porque siempre reaparecían de nuevo.