El papel fue inventado por un eunuco chino ministro de Agricultura llamado Ts’ai Lun en el año 105 de nuestra era. Su fabricación sale de China cuando dos soldados chinos fabricantes de papel fueron hechos prisioneros de los árabes, de ahí se extendió por el Oeste de Asia y fue llevado a África y Europa con las conquistas árabes, sustituyendo el uso del pergamino basado en piel de animales y de la vitela, pergamino muy blanco y flexible obtenido de la piel de carnero o becerro recién nacido.

Johannes Gensfleisch zur Laden (llamado Gutenberg) era hijo de un burgués alemán, quien aprendió a manejar el metal desde muy joven. Durante la década de 1430 se asoció con tres amigos y empezó a trabajar en el proyecto de la imprenta de tipos móviles que le tomó casi 20 años perfeccionar.

La sociedad de Gutenberg le ocasionó muchos problemas legales, aun así, perfeccionó su invento y para 1450, ya producía impresiones de buena calidad. Usaba medios simples y muy distintos a los empleados en las técnicas de impresión chinas o coreanas. Gutenberg empezó imprimiendo hojas sueltas hasta llegar a la impresión de la Biblia en el año 1455. La obra tenía tres volúmenes, presentada en latín, fue diagramada en columnas con 42 líneas de texto y en su producción trabajaron seis tipógrafos, los primeros que se dieron el lujo de realizar este oficio en la historia.

Las sanguijuelas ingieren una cantidad de sangre, diez veces superior a su peso, por eso en el pasado se usaban para eliminar la “sangre mala” de los pacientes.

Se dice que el matemático alemán Karl F. Gauss estaba un día tan concentrado en su trabajo que cuando le comunicaron que su esposa estaba a punto de morir, este respondió: “Sí, sí, pero pídale que espere un momento hasta que acabe con esto”.