Hoy 
LEONARDO ANDUJAR ZAITER
Parecería faltar todavía mucho aún por divulgarse situaciones referente a la polemizada Seguridad Social. La primera verdad a decir es, lo pobre en contenido de los debates y vistas públicas realizadas en el pasado en torno a los distintos aspectos de la Seguridad Social, hoy se confirma plenamente, cuando tenemos áreas medulares prestadas a serios y grandes cuestionamientos.
Nuestra posición bien conocida por senadores y diputados de entonces sigue siendo la misma «el país no está preparado desde el punto de vista estructural pero tampoco de recursos humanos calificados para recibir y poner en marcha los beneficios contemplados».
Lo que evidencia las últimas ideas expuestas pública por parte de quienes dirigen la Seguridad Social, es la inoperante del comportamiento organizacional reflejando diferencias importantes que colocan entre dicho la eficacia gerencial.
Las causas perturbadoras ventiladas son precisamente aquellas que vaticinábamos en los encuentros con diversos representantes de la sociedad civil.
No existe en la percepción de los conductores de la Seguridad Social, la aptitud de desarrollo que formulen en grandes mentes grandes preguntas.
Urge crear un proyecto de solución como clave para salvar del fracaso la Seguridad Social.
De nada contribuye al alto rendimiento reproducir debates que arrastren a escenarios permanentes de confrontaciones.
La sociedad dominicana vive harta de escuchar discusiones insensatas y poco altruista, preñadas de mensajes negativos que sepultan nuestro propio destino.
El pueblo desea oír soluciones con mira a reforzar el porvenir dando respuestas realmente esperanzadoras a los problemas.
No olvidemos, la seguridad social es un sistema sustentado en el pueblo dominicano, por tanto, es menester seguir ponderando las opiniones de sectores pensantes que buscan validar los fundamentos legítimos que han dado origen a este modelo social de vida.
Tratar de imponer el inicio de la Seguridad Social bajo las divergencias actuales, estaremos exponiendo todo el contenido al fracaso inminente.
La Seguridad Social necesita fortalecer su identidad la cual marque su propio destino, pero debemos iniciar ponderando a fondo las bases jurídicas, políticas, económicas y sociales que la engendraron.
Aceptemos con naturalidad e inteligencia su postergación y dejar de lado, ese sentimiento de pertenencia que tienen grupos interesados en beneficiarse del inicio sin importarles nada las precariedades y desorden reinante.
Hagamos gesto de sensatez y honestidad con respecto a la voluntad de decidir lo que más conviene al país, pues así marcaremos de reconocimiento la capacidad plena en conformidad a la realidad y preparación gerencial.
Entendemos por siempre, la Seguridad Social incumbe a los dominicanos sin distinción alguna.
El respeto por las ideas, organización y beneficios propician el sistema de garantías que evitarán incumplir las propuestas pactadas, además de cometerse gravísimas infracciones constitutivas a la propia ley de Seguridad Social.
Elevamos el llamado con intención de entrar a las mentes de quienes recae la responsabilidad de poner en funcionamiento la Seguridad Social y recordarles, la flexibilidad es condición fundamental en cualquier programa de Planeación Estratégica y no en cambio, ser considerada como señal de debilidad o en el peor de los casos de fracaso.
Recordemos que el consenso garantiza la sostenibilidad y esa voluntad compartida provee la conciliación, la cual facilitara dirimir pacífico y civilizadamente los conflictos, en caso de desacuerdo.
