Algo que decir sobre Aída Trujillo

Algo que decir sobre Aída Trujillo

Tengo la suerte de estar colaborando, junto al intelectual Juan Miguel Perez, con el proyecto de biografia de un hombre realmente extraordinario, que ahora en sus setenta, con la discreta, proverbial determinacion y tenacidad de los verdaderos protagonistas, se apresta a contar la historia desde su angulo personal, lo que hace toda biografia que se respete.

Anton Arrufat, uno de los mas brillantes y lucidos escritores y criticos literarios de Cuba y nuestra America, Premio Nacional de Literatura de su pais, en la presentacion de la biografia del pintor Raul Martinez describe las biografias como:  «el trabajoso camino que lleva a una persona de la indefinicion de adolescente a la construccion de un yo contra viento y marea».  Un yo, afirma, «en algunos casos contra si mismo y contra su familia».

En este hacerse, rehacerse y hacerse, dice Anton, «por lo regular las memorias y las autobiografias, desde la que escribiera Rouseau hasta el extenso fragmento que ha publicado Gabriel Garcia Marquez, muestran un discurso logico, una estructura cronologica y racional.  Empiezan desde la infancia y se desarrollan hasta la madurez y los presagios de la muerte.  La memoria personal del autor ha ordenado previamente cuanto quiere o necesita narrarnos.  Memorias y autobiografias, no cabe duda, son especialmente para el otro que autor espera encontrar».  A menos que el autor se proponga escribir sus anti-memorias, como Andre Malraux en sus «Le miroir des Limbes I (Antimemoires)» y el autor se deshaga de los esquemas y cronologias convencionales para inventar una propia donde interengan notas y cartas, fragmentos de un diario, conversaciones, multiples voces.  Y, desde luego, a partir de sus propias compulsiones, donde el juicio externo poco importa.

Concluye Anton su ensayo, donde presenta «Yo, Publio, las memorias de Raul Martinez», con Rousseau (perseguido en Francia, expulsado de la ciudad de Berna, obligado a huir y a exilarse en Inglaterra despues de haber escrito el CONTRATO SOCIAL), y su celebre frase:

«A mi me toca ser veraz, al lector ser justo», y es tratando de ser justa que me permito las siguientes observaciones sobre Aida Trujillo y su obra, sea esta novela, biografia o relato:

Cinco cosas que decir sobre Aída Trujillo

1.- Si una de las cosas que se aborrecía de Trujillo era la represión que ejercía contra todo aquel o aquella que tuviese una posición contraria a la suya, nosotros y nosotras, los y las anti-trujillistas, no podemos incurrir en el mismo error.

 Aida Trujillo tiene potestad para contar sus memorias como le plazca,  un derecho humano universalmente reconocido desde el 1948.

2.- Intuyo mucho de misoginia en las «críticas» que se le hacen, porque aquí hay hombres poderosos que viven escribiendo apologías sobre Trujillo, su «eficiencia gerencial», su «código de honor», y nadie se atreve a confrontarlos, ni en el contenido ni en la forma de sus escritos.

3.- Resulta curioso que algunos de los ataques más viscerales contra Aida provengan de auto-confesos calieses, quienes en tiempos del jefe ejercieron ese execrable oficio para ganar significancia social  bajo la premisa de «si no me reconoces te destruyo»,  propio de quienes lamentablemente nacieron condenados a pasar desapercibidos y hoy utilizan un mecanismo similar para aterrorizar,  o arrinconar, a la intelectualidad dominicana que no comulga con sus postulados o métodos.

4.- Los reveladores ataques contra Aída lo que han logrado es exactamente lo contrario de lo que se persigue:  incentivar el interés de la ciudadanía en un relato que de otro modo hubiera sido relegado al olvido, como tantos otros relatos o novelas que han  sido publicados, o han recibido el premio nacional de literatura,  de las que nadie se acuerda.

5.- Por último, me dice un amigo que su padre siempre mencionaba a Balzac quien afirmaba que el que no tenía un crítico como enemigo debía pagarlo, por razones obvias.  En ese sentido Aída Trujillo debe sentirse muy contenta ya que si este relato (que no he leído aun),  le sirve para exorcisar sus demonios internos !bienvenido sea!

A fin de cuentas todo el mundo tiene derecho a buscar su equilibrio interno y es más saludable hacerlo con una narración que con la diatriba pseudo literaria, el eterno complejo de inferioridad, la amargura o el odio.

En síntesis

Chiqui Vicioso

Tiene que decir que nadie puede quitarle a Aída Trujillo el  derecho a escribir sus memorias.

Enemigos y que lo mejor que le ha podido pasar a su obra es encontrarse con tantos enemigos. 

Ganadores

¿Cuántos ganadores de premios literarios en el país se han quedado sin críticos y, por ende sin lectores?

Por qué a otros no…

Sostiene que existen en el país otros intelectuales importantes que escriben loas al dictador y nadie se atreve a cuestionarlos.

En síntesis

Chiqui Vicioso

Poeta, ensayista y traductora dominicana, nacida en Santo Domingo  el 21 de junio del 1948. Su foco de interés literario está centrado en dos ramas: mujer y mito. Le ha dedicado sus trabajos a  mujeres -como la puertorriqueña Julia de Burgos, la norteamericana Emily Dickinson y la dominicana Salomé Ureña-. Llama la atención de la crítica con la publicación de “Un extraño ulular traía el viento” (1985) en el que plantea lo mítico del ser dominicano con us interacción con el área del Caribe.  Desde los 90´s dedica parte de su talento a escribir obras de teatro que han sido  exitosas en sus montajes: «Wish-ky Sour» (Premio Nacional de Teatro Cristóbal de Llerena 1997) y «Salomé U.: cartas a una ausencia».

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