Algo que no se ha hecho en política exterior

Algo que no se ha hecho en política exterior

Es incuestionable el cambio de imagen internacional que ha experimentado la República Dominicana durante los últimos 16 años al pasar, prácticamente, de las sombras de los escenarios regionales e internacionales a una proyección militante y proactiva en política exterior.

 Eso es cierto. Sin embargo, el país se ha convertido en la única nación de América Latina y el Caribe cuya membresía no está inscrita como participante pleno en ninguno de los esquemas de integración presentes en el área. Aunque muchos creen que el país es miembro del CARICOM o del Sistema de Integración Centroamericano – SICA -, en verdad en ninguno de los dos se encuentra plenamente integrado: en el primero es solo Observador y en el otro es Miembro Asociado.

Aunque evidentemente con el título de este trabajo el mismo se inserta en la coyuntura política nacional, no es la primera vez que me refiero al tema. Realmente, he abordado esta situación, llamando a que el país reflexione sobre la pertinencia de participar activamente en el proceso de integración, en múltiples ocasiones en mis charlas, conferencias, la docencia y en muchos de los artículos que he escrito para esta columna.

Mientras que varias naciones del área están hasta en más de un mecanismo integracionista la República Dominicana llama la atención por su abstención de incorporarse de verdad. A CARICOM, otros varios factores hacen suponer que se debía de haber incorporado por otros compromisos asumidos, especialmente en el marco de los acuerdos firmados con la Unión Europea. Por otra parte, con América Central ha venido activando su participación en diversas áreas de trabajo conjunto como el Parlamento Centroamericano, al nivel de las Fuerzas Armadas y en otros sectores socio-económicos. Aunque este parecería ser el conjunto de naciones con las cuales el país se encuentra más a tono no acaba de dar el paso adelante en firme.

El país es miembro de la Asociación de Estados del Caribe – AEC – pero en estricto rigor éste no es un esquema de integración propiamente dicho, si bien un objetivo esencial es promover la integración entre las 25 naciones independientes que comprende lo que geopolíticamente se conoce como Gran Caribe.

Tanto dentro del Caribe insular, las islas, como al nivel de las naciones del Istmo, los países centroamericanos, la República Dominicana posee la economía más dinámica y de mayor volumen. Es visualizada, en el Caribe, como un país caribeño, mientras que en Centroamérica también se le identifica como nación regional. En consecuencia, reúne condiciones excepcionales, y coyunturalmente únicas, para proyectarse como el enlace estratégico entre las dos subregiones; lo que una vez se denominó, ya casi nadie lo recuerda, como Alianza Estratégica. Aspiremos que dentro de los lineamientos de política exterior que esbocen las nuevas autoridades se incluya la inserción del país en el proceso de integración y que el nuevo gobierno se registre como el que integró al país al único proceso que real y consecuentemente puede llevar a la región al desarrollo.

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