La muerte de David de los Santos Correa en un destacamento del ensanche capitalino Naco abre una cantera de preguntas cuyas repuestas ayudarían a la población a entender el caso a plenitud. De acuerdo con abogados, no es usual que detenidos golpeen con tanta saña a otro y en este caso indefenso.

Lo normal es que intenten salir antes de que les formulen expediente. Entonces ¿Qué tipo de arrestados eran estos que no temían a consecuencias?

El abogado Félix Portes expresa que por lo general los que cometen esas acciones tienen historial criminal, largas condenas o en el penal están dedicados a actos criminales. Pero aclara que “a veces los detenidos pelean dentro. Raros los casos, pero sí se dan”. Mas, aquí no hubo riña.

La indiferencia de los agentes genera dudas, levanta suspicacias. ¿Es común esa indolencia, al punto de dejar ir a los agresores, cuando el propio fiscal del cuartel, Manuel de Jesús Valerio, afirma que nunca ha recibido denuncias por maltratos en ese lugar?

Portes llama a investigar a fondo este crimen, que empezó con un encierro con visos de ilegalidad.

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¿Del fiscal, qué?

En cuanto al fiscal y su función, Portes expresa que trabaja con horario dentro del recinto policial, que podría ser que cuando llevaron al joven ya había cumplido y aunque permanece atento a llamadas, si no las recibe, no acude.

Sin embargo, su colega Marino Elsevif cree que si bien agota jornadas laborales, si este funcionario no estuvo cuando ingresaron a De los Santos ni cuando lo sacó el Sistema de Emergencias 9-1-1. ¿Cómo es que de todos modos no supo de lo ocurrido, no oyó nada esa mañana, no sabía del agua echada para limpiar la celda y quitar la sangre?

“Cómo es posible que tantos días después de ocurrido un crimen en un destacamento policial, todavía es la fecha que no ha dado declaraciones, ninguna explicación pública. Dónde estaba y qué papel jugó en la tragedia”, lamenta.

A estas alturas, el Ministerio Público nada detalla sobre ese representante, encargado de las investigaciones y de velar por la integridad física y la dignidad de los ciudadanos llevados a ese recinto.

Además, los agentes liberaron a los imputados y el fiscal no lo supo. Aún no hubieran cometido el hecho, es cuestionable que los soltaran si había motivo de arresto ¿O es que no tenían cargos que imputarles?

Sobre la situación, Manuel de Jesús Valerio solo ha dicho que en “su momento” ese órgano concluirá las investigaciones y el pueblo sabrá quién es responsable y quien no lo es.

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Salud mental y crueldad

Sobre elaborar un protocolo de salud mental, dado que el joven reaccionaba incoherente, Portes lo cree innecesario porque la propia Constitución y la Ley 12-06 establecen qué hacer en estos casos. Solo es asegurar su cumplimiento.

Elsevif destaca la importancia de manejar esas pautas, de conocerlas y respetarlas al detener a un ciudadano y cita la facultad del Ministerio Público de adoptar medidas para proteger los intereses de los incapaces e indigentes.

El modo de abordar a David De los Santos Correa expone la falta de instrucción o la insensibilidad de los agentes ante una persona con aparente trastorno, agrandada por el comportamiento de un policía que hasta hace burlas de la tragedia que cuenta.

Divulgación de videos

La manera en la que ha sido tratado este crimen en cuanto a la difusión de audiovisuales, es ya una práctica común y lesiva a la dignidad de los involucrados en procesos judiciales, víctimas, imputados y sus familias.

Frenarla es tarea pendiente de las autoridades, sobre todo de la Policía y del Ministerio Público.