En mi entrega de la semana anterior señalaba la urgencia de definir una política clara del papel a jugar por cada puerto dentro de un plan nacional de desarrollo y, paralelamente, diseñar una estrategia de concesiones portuarias y las bases que regirían un proceso de licitación.

Son muchas las necesidades acumuladas en cada uno de los puertos – de lo cual hablaré en algún otro momento – así como el potencial que tienen varios de ellos lo cual pude apreciar en una reciente visita al Puerto de Manzanillo, motivación para escribir estos dos trabajos. Prefiero ahora enunciarles algunas líneas estratégicas a emprender y que se identificaron recientemente en la mesa de Transporte y Logística del Foro de Competitividad.  Si tomamos conciencia del hecho ineludible de que el país cuenta con una posición geográfica privilegiada que le potencia para convertirse en un centro regional de carga y servicios logísticos y que se debe de trabajar en esa dirección, entonces no cabe dudas de que un plan nacional debe contemplar, en el corto y mediano plazo, un conjunto de acciones de alcance estratégico, a saber:

• diseñar un programa de infraestructura de transporte con alta calidad, rentabilidad social y económica y que contribuya a integrar la economía y el territorio con un alcance nacional;

• incorporar decisiones, políticas y jurídicas, que refuercen la seguridad de las inversiones tanto para el sector transporte como de servicios logísticos;

• programar y desarrollar un concepto de transporte multimodal y sus servicios conexos, que sea eficiente y contribuya de manera decisiva a una inserción profunda y sostenible en los mercados internacionales;

Obviamente, todo ese trabajo organizativo, y sobre todo de inversión, requiere la garantía de la eficiencia y la rentabilidad por lo cual debe ser dotado, estructuralmente, de un sistema ordenado y regulador que garantice su competitividad, de manera general, para ello, tendríamos que:

• contar con un instrumento adecuado y eficiente que estimule la inversión competitiva en áreas tanto del transporte propiamente como de los servicios logísticos;

• fijar el marco legal e institucional que regule las competencias y ejecución de políticas y las fiscalice de manera efectiva;

• establecer la instancia pertinente que vele por el nivel de calidad internacional de los servicios logísticos que se ofrezcan.

Como se habló en las acciones de alcance estratégico de un sistema de integración nacional, se deben incluir acciones de alcance social como pueden ser:

• trabajar en la implantación de un sistema funcional de transporte público integral que responda a las realidades socio-económicas nacionales, y

• desarrollar una campaña de educación vial que hagan las calles y carreteras nacionales transitables y seguras.