En los dos artículos anteriores sobre la poesía de María Isabel Díaz expusimos el principal elemento que caracteriza su poesía: lo místico. Ahora enfocaremos algunas otras características.
1. En sus textos aparecen frecuentemente palabras que son núcleos semánticos definitorios de doctrinas místicas: sansara, psiquis, arcano, fractal.
2. Establece contrastes entre elementos que han de armonizar, como el caso de Cristo y su doctrina frente a los sacerdotes que han de ser sus representantes y que se tornan en sus falsos profetas, que caricaturizan la doctrina del maestro con su cuestionable conducta y falsas interpretaciones.
3. Convierte a entidades fantásticas, inventos de la imaginación, en seres reales, que interactúan con su vida y la transforman, como en su poema “Psiquis”.
Ahora, para que el lector pueda palpar lo que señalábamos de forma directa en su escritura, publico algunos de sus más emblemáticos poemas, extraídos de su libro inédito titulado “Reflexiones”. Veamos:
Psiquis desnuda
Quiero desnudarme
quiero despojarme
de esta vieja vestidura.
Harapos pestilentes
que se me adhieren
como hiedra envolvente.
Musarañas de instintos y pasiones.
Ominosas cadenas
que mi vuelo frenan
llama que arde perpetua
sin consumirme.
Quiero desnudarme
sentirme limpia,
luminosa.
Quiero ser sutil
como fresca brisa marina.
Cristalina
como gota de agua
que brota en la colina.
Rauda
como el vuelo de la mariposa
en primavera.
Quiero ser
el vuelo estático
del colibrí
libando la vida de flor en flor.
Quiero ser el perfume
de la rosa
del jazmín y la azucena.
Quiero ser
esencia de vida.
El fruto
dormido en la semilla
que despierta
al llamado de la lluvia
multiplicando la vida.
Tener las alas del cóndor
y remontarme
hasta alturas impensadas.
Quiero como místico rayo
trascender
las fronteras siderales.
Ser viajera en el tiempo y el espacio
cabalgando el unicornio sagrado.
Extasiarme
en la divina numérica
música de las esferas
en eterno movimiento.
Fundirme
sentirme girar
en la espiral del todo
Y en cósmica danza
envolverme
en mi nueva vestidura
hecha de místico amor.
Psiquis liberada
En ignoto espacio tiempo
temblorosa y confundida
Psiquis indagaba.
¿Quién soy?
¿De dónde procedo?
¿Hacia dónde voy?
¿Por qué estoy aprisionada es este cuerpo?
En ese insondable momento
penetró Psiquis en lo ignoto
oyendo sorprendida
una interna voz
que le decía:
¡Oh alma mía!
eres mi vestimenta sutil
eres mi esposa perpetua.
Yo sin ti,
solo estaría
en la matriz eternal.
¡Oh, Psiquis!
te forjé del fluido sutil
el eterno pensamiento
en donde se idean las formas.
Encierras en ti
como instintos
todo lo que en el Cosmos es.
Tu destino
¡Oh, Eurídice!
¡Oh, Perséfone!
es transmutar
como sagrada alquimista
tus pesados metales
en sublimes sentimientos
Y como novia
vestida de blanco
retornar a tu esposo.
¡Recíbeme en tus brazos
Eurídice, Perséfone!
¡Ascendamos a las esferas hiperbóreas
en donde moran los dioses!
¡Libemos el elixir sagrado!
¡Levantemos el velo de Isis!
Y retornemos
a nuestra cósmica morada!
Mas Psiquis estremecida
por aquel destello de luz
volvió temblorosa
a la prisión que la reclama.
Pero ahora
Psiquis extraña a su esposo,
sabe que la espera.
Desea retornar a él
vestida con el blanco traje
tejido por sus propias manos.
¡Oh, Eurídice!
¡Oh, Perséfone!
¡Oh, Psiquis!
¡Al fin liberada!
Arcano de la muerte-vida
A Manuel Rueda
(Mi espíritu vibró
con tu conseja a la
Muerte Hermosa)
Parte I
Roto el hilo de la vida
la corpórea forma
se deshace en átomos.
abonando el éter alquimista,
arcano creador de la finito
desde lo infinito.
Liberada el alma,
aligerada,
alegre
o tal vez horrorizada
por su pesada carga
ausculta su balanza
su debe su haber.
Sin tiempo, sin espacio
reflexiona imperturbable.
Se colma de nuevos saberes
de alientos
preparando el equipaje
para el nuevo viaje.
Atada a la Rueda de Sansara
volverá
a la densa forma
y escribirá
la nueva página de su historia.
Historia que se alarga en el tiempo
infinito movimiento
eterno girar
arcano de la vida.
Parte II
“La muerte es ficción”.
Hermes
¡Muerte!
Mística puerta
que me llevas
a las divinas mansiones de lo insondable.
¡No eres muerte!
¡Eres vida!
Mas
te percibimos:
lúgubre, voraz
aberrante, aterradora
esquelética, fea
repulsiva fría
calculadora
ajena al sufrimiento
inesperada visita
que nos invita a la nada desconocida y temida.
Pensamientodogmático y envolvente
que nos rige por siglos y siglos
de falacias tenebrosas.
Ideas medievales
velo obnubilante
surtidor de miedos e ignorancias.
Esclavos de la negación
como si Dios mismo no existiera.
Mas
yo te veo
¡Oh, muerte!
Adorable
luminosa
dialéctica
en plenitud de vida
prometedora de ascensos y descensos.
en la escala presentida por Jacob.
¡Yo te espero con anhelo!
¡Cómo novia a su amante!
Cuando me muestres la puerta
invitándome a pasar
abandonaré mi forma
para seguirte.
Plasmaré en mi rostro rígido y frío
una sonrisa placentera
para decirles a todos
con el poeta
¡Es hermosa la muerte!
Manuel,
no te cortejó la muerte.
Te cortejó la vida y hoy vibras
en tu cósmico centro
como astro de astros.
Con tu luz agigantada
desde allá, desde el Todo
nos seguirás regalando
tu música y tu poesía.
Parte III
¡La Muerte!
La muerte solo hay que amarla
enamorarla
enlazarla con nudo marinero.
Asirse a ella
como a la esperanza
y envolverse en su mágico, translúcido ropaje.
¡Oh, muerte!
cruzare la puerta abrazada a ti
como amante que copula
y en sublime paroxismo
descubre el arcano de la muerte-vida.