Faltando apenas 70 días para las elecciones municipales de este año, es necesario tener en cuenta las siguientes realidades:
1- A diferencia de las elecciones presidenciales y congresuales, que son para constituir los poderes nacionales, las elecciones locales, municipales y de distritos municipales, por su carácter que deben obedecer a intereses y liderazgos diferentes de los nacionales, por lo que deben mantenerse separadas, a mitad del período y no con solo tres meses de anticipación, que hace muy difícil completar los preparativos, los comicios y los cómputos de sus resultados, con más de 4 mil cargos y de 20 mil candidatos con voto preferencial.
2- Si los partidos fijan el 20% de las reservas establecidas por ley, en lugares específicos dentro de sus boletas, las votaciones municipales podrían hacerse con boletas cerradas y bloqueadas; lo que facilitaría las mismas extraordinariamente, ya que con el voto preferencial eso será casi un cuento de nunca acabar, por los múltiples empates y conflictos que cabe esperar antes de las elecciones de mayo, y todo porque los legisladores actuales quisieron no solo en la reservas, sino tener el voto preferencial para beneficiarse de los “cofrecitos”, “barrilitos” y otras ventajas económicas a su favor, para sacar de competencia a cualquier otro candidato en esos comicios.
3- Sin una policía electoral confiable y fiscales designados por consenso, por lo menos en cada cabecera de provincia, no puede haber elecciones confiables bajo ningún aspecto; que para colmo sus nuevas autoridades electas funcionarán desde abril, días antes de las elecciones de mayo, con nuevas tentaciones para utilizar recursos públicos para influir en ese evento comicial.
4- En última instancia, como no se está obligando a lo imposible, tanto la Ley 33-18 sobre Partidos, Movimientos y Agrupaciones Políticas, como la 15-19 sobre el Régimen Electoral, le confieren a la Junta Central Electoral la autoridad para mover la fecha de las elecciones, y emparejarla por este año solamente con las nacionales, hasta que en el próximo período modifique la Constitución y esas leyes para mover las elecciones municipales a medio término.
5- Todo este problema está relacionado con que el partido de gobierno no les otorga a los municipios los recursos que necesitan, ya que en éstos es que vive la gente de carne y hueso y allí debe recibir la atención básica del Estado. Estos recibirán en el año 2020, apenas el 1.9% de los ingresos nacionales, en lugar del 10% que le corresponde por ley, para que éstos tengan que mendigar al Gobierno y su Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, que le arreglen algunas calles a cambio de apoyo político-electoral.
¡Todo eso tiene que cambiar a partir de las elecciones de febrero y mayo de este año…!