Aliados rompen con gobierno de Lula

Aliados rompen con gobierno de Lula

BRASILIA (AFP).- Un partido de izquierda brasileño de la base del presidente Luiz Inacio Lula da Silva resolvió romper con el gobierno, mientras el PMDB, principal aliado del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), está al borde de la escisión entre quienes quieren quedarse y quienes quieren dejar la coalición.

   El Partido Popular Socialista (PPS, ex comunista) anunció la noche del sábado el abandono de la base de sustento a Lula, por estar disconforme con la política económica ortodoxa aplicada por el ex líder sindical desde que llegó al poder en enero de 2003.

   El PPS cuenta con 20 diputados (sobre 513), dos senadores (sobre 81) y un ministerio (Integración Nacional), ocupado por Ciro Gomes, candidato presidencial en 1998 y 2002, quien se apresta ahora a cambiar de partido para mantener su cargo.

   El PPS se orienta hacia la construcción de un «polo de izquierda» con el Partido Democrático Trabalhista (PDT, del difunto caudillo Leonel Brizola), que podría atraer a figuras históricas del PT.

   El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), por su lado, vivió este domingo una desgastante batalla interna, política y judicial, para realizar una Convención Nacional destinada a «dejar los cargos en el gobierno federal» y definir una «candidatura propia» a la elección presidencial de 2006.

   El ala progubernamental del PMDB (a la que pertenece el ex presidente José Sarney, actual presidente del Senado) logró por la mañana que un juez de segunda instancia ordenase la suspensión de la reunión, que aún así realizó sus trabajos en Brasilia.

   El presidente del PMBD, Michel Temer, presentó por la tarde un pedido para reconsiderar la decisión, pero esta no fue alterada por el juez.  Según Temer, los resultados de la Convención – que quedó cerrada con la votación de 311 miembros de un total de 519 – tendrán validez pese a la decisión judicial.

   Si la Convención vota la ruptura, ésta corre el riesgo de ser la del propio PMDB, ya que no se espera que sus dos ministros (Comunicaciones y Previsión Social) presenten su renuncia ni que la mayoría de sus 76 diputados (la segunda mayor bancada parlamentaria) y 22 senadores (primera bancada) acate la orden.

   Las diferencias en el PMDB se desdoblan en rencillas entre caudillos de un partido que nació como oposición autorizada a la dictadura militar (1964-85) y es acusado de negociar apoyos contra cargos para permanecer siempre cerca del poder (antes de Lula, respaldó al socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso).

   «El PMDB será siempre un partido dividido. Lo ideal es que exista una mayoría que apoye al gobierno. Sin esa mayoría, el PMDB tiene un problema», afirmó por su parte el jefe del gabinete ministerial, José Dirceu, en una entrevista publicada por la revista Epoca en su edición de este fin de semana.

   El resultado de las elecciones municipales de octubre, en las cuales la socialdemocracia renació con la victoria de José Serra en Sao Paulo, activó a los partidarios de la ruptura con el gobierno, apodados »viudas de Fernando Henrique».

   Tras esos comicios, Lula empezó a estudiar una reforma ministerial que contemplaba entregar un nuevo ministerio al PMDB, pero los buenos resultados económicos y el fuerte repunte de su popularidad «cambiaron todo el panorama», dijo a la AFP una fuente gubernamental.

   «Las perspectivas de la oposición en 2006 se vaciaron», añadió la fuente.

   «Debemos respetar las decisiones autónomas de cada partido», se limitó a decir Lula, interrogado hace unos días sobre la posibilidad de que el PMDB se vaya del gobierno.

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