ROSARIO TIFÁ
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Intercambiar anillos entre parejas es una costumbre milenaria que une sentimientos, voluntades y que, definitivamente, en un símbolo de amor.
El anillo es un detalle interesante que todo el mundo quiere lucir, pero cobra mayor relevancia cuando se lleva como un sello de amor, comprensión y unión de voluntades. La costumbre de intercambiar aros es milenaria y se puso en práctica en épocas muy lejanas; un ejemplo, según cuenta la historia, en el antiguo Egipto esta joya tenía un significado místico. En esa época los materiales usados por los joyeros eran el oro y el hierro; luego se incorporó el oro blanco y la plata, desechándose, lógicamente el hierro, que es un material muy rústico.
Estatus
Se trata de una costumbre que siempre ha establecido distancia en lo social y económico, porque no todo el mundo puede lucir sortijas en materiales nobles, por lo caras que son.
Un ejemplo
Es el anillo en oro galés exhibido por Diana, la extinta princesa de Gales, cuando contrajo nupcias con el príncipe Carlos de Inglaterra.
Límites
Podría una persona de recursos bajos o medios adquirir un juego de anillos en zirconia o en diamantes, aunque cuando hay amor todo queda resuelto, como dicen los soñadores.
En el mercado
Hay otras opciones más económicas y personalizadas como en la Joyería Chamoun en Plaza Central. Bueno… y como estamos en la semana de San Valentín, ¿ya escogió la sortija de su amada?