Alimentación en carretera, un seguro de viaje que también hay que  considerar

Alimentación en carretera, un seguro de viaje que también hay que  considerar

Un conductor responsable, antes de poner las manos sobre el volante habrá revisado el estado de las ruedas, del aceite… pero quizá no haya tenido en cuenta qué tomó en un almuerzo copioso, que con toda seguridad le aportará una buena dosis de somnolencia muy poco recomendable para iniciar ruta.

La alimentación no es una de las cuestiones a las que más atención se presta cuando se tiene  un viaje a la vista y, sin embargo, es uno de los factores que puede causar un accidente de tráfico.

La Fundación Repsol, que promueve estudios en distintas áreas con el objetivo de contribuir al progreso de la sociedad, ha presentado un libro titulado, “Hábitos de alimentación y recomendaciones nutricionales en los viajes por carretera”. Este estudio, centrado en los hábitos de los conductores españoles, determina que entre las preocupaciones de los encuestados, antes de ponerse al volante, no aparece de manera espontánea la alimentación. Es decir, no se trata de un factor que los conductores consideren prioritario cuando van a realizar un viaje por carretera.

Los datos reflejan que la alimentación tanto del propio encuestado como de los acompañantes, es mencionada como una de las tres principales preocupaciones por menos de un diez por ciento de los conductores. Sin embargo, nueve de cada diez considera que una mala alimentación puede incrementar el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.

Planificación necesaria.  Enrique Locutura, vicepresidente  ejecutivo de la Fundación Repsol, afirma que la alimentación durante la conducción “no es un tema menor. Debe haber una planificación”.

Los principales aspectos en que han centrado la investigación han sido: la duración del viaje (viajes cortos y largos) su planificación y las paradas en relación a la nutrición; los principales productos consumidos y el menú ideal, así como los problemas asociados a la mala alimentación.

En colaboración con la Fundación Española de Nutrición (FEN) y avalado por la Dirección General de Tráfico (DGT) de España, la Fundación Repsol ha elaborado un decálogo de buenas prácticas durante los viajes. Un proyecto que consideran pionero a nivel europeo.

Locutura reconoce que comparte con la FEN y la DGT la necesidad de aplicar pautas alimenticias que contribuyan a aumentar la seguridad al volante. Y confía en que, tanto el estudio como las recomendaciones contribuyan a una toma de conciencia por parte del conductor,  “para  la reducción  de accidentes”.

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Dosificar comidas

Las recomendaciones nutricionales que se incluyen en el estudio de la Fundación Repsol aconsejan que durante la conducción se distribuyan los alimentos ingeridos entre cuatro o cinco tomas al día.

Aunque en algunos viajes se tengan que modificar, es vital que se cubra el cien por cien de nuestras necesidades de energía. No debe omitir el desayuno y debe parar al menos cada dos horas, para comer algo ligero e hidratarse adecuadamente. “La hidratación es un factor importante a tener en cuenta durante la conducción. Un cuadro de deshidratación puede provocar somnolencia, cefalea y fatiga extrema, por lo que es importante vigilar la hidratación durante los viajes, especialmente en el caso de viajes largos. La fatiga afecta física y psíquicamente al conductor”, comenta  Ruiz.

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