Alimentación saludable: Macronutrientes y su aporte al organismo

Alimentación saludable: Macronutrientes y su aporte al organismo

La remolacha es un súper alimento, fresco, con poca grasa, diversas vitaminas y minerales. ¡Consúmala!

Cuando comemos muchas veces no se tiene claro cuál es contenido nutricional, la cantidad de azúcar, sodio o las calorías de lo que estamos ingiriendo, aunque cada vez más se habla de lo importante que es conocerlo para llevar una alimentación saludable.

¿Qué es la alimentación saludable?

La alimentación saludable se puede definir como aquella que proporciona los nutrientes que el cuerpo necesita para mantener el buen funcionamiento del organismo, conservar o restablecer la salud, minimizar el riesgo de enfermedades, garantizar la reproducción, gestación, lactancia, desarrollo y crecimiento adecuado.

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¿Cómo se logra?

Es necesario consumir frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, leche, carnes, aves y pescado y aceite vegetal en cantidades adecuadas y variadas.

¿Cómo saber qué aporta cada uno?

Los nutrientes aportados por los alimentos se clasifican en dos grupos: los macronutrientes: las grasas, los carbohidratos, y las proteínas; y los micronutrientes compuestos por los minerales y las vitaminas.

En esta ocasión solo le estaremos hablando de los macronutrientes:

Grasas: son una de las principales fuentes de energía para el organismo. Al consumirlas en las cantidades adecuadas se convierten en un elemento primordial que ayuda al crecimiento, al desarrollo y a mantener una buena salud.

Las grasas se pueden encontrar en tres presentaciones: sólida (manteca), semisólidas (mantequillas o margarinas) o líquidas (aceites).

Ojo, no todas las grasas son favorables y un ejemplo de esto son las grasas trans, que se forman cuando los aceites líquidos se convierten en grasas sólidas como la manteca o la margarina en barra.

Carbohidratos: constituyen la principal fuente de energía de la alimentación, es decir que son el combustible para desarrollar las actividades diarias, mantener la temperatura corporal y el buen funcionamiento de órganos vitales del cuerpo.

Los carbohidratos pueden ser simples y complejos. Los primeros se encuentran de forma natural en la caña de azúcar, remolacha y miel o son añadidos en forma de azúcares a productos industrializados o de pastelería, mientras que los carbohidratos complejos están en alimentos como arroz, papa, yuca, ñame y plátanos, entre otros.

Hay que tener cuenta que estos se deben consumir de manera moderada, pues en exceso pueden ocasionar sobrepeso, obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas; mientras que el bajo consumo produciría desnutrición o bajo peso.

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Proteínas: Le corresponde la responsabilidad de la formación de células, los tejidos y órganos, así como de construir los músculos, parte de las hormonas, de las enzimas que transportan ciertas moléculas y transmitir señales. Además, están presentes en una gran cantidad de funciones del organismo.

Por tal motivo, durante los periodos de crecimiento, embarazo, lactancia y recuperación de enfermedades se recomienda el consumo de alimentos fuentes de proteína en mayor cantidad.

Estos alimentos pueden ser: huevos, pescados, leche, carnes magras, pavo, pollo, lenteja, garbanzo, nueces, quinua, entre otros.

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