¡Aliméntalos bien!

¡Aliméntalos bien!

Desde el punto de vista de la construcción de “calidad de vida futura”, nutricionistas y otros profesionales de la salud concuerdan: es vital establecer prácticas saludables de alimentación durante la niñez y los primeros años de la adolescencia.

Y la razón es sencilla. “Los patrones de dieta y de ejercicio que se adopten durante estos primeros años de desarrollo serán los que establezcan los hábitos para toda la vida, y los que pueden llegar a significar la diferencia entre la salud y la enfermedad en los años venideros”, sostiene el Consejo Internacional para la Información Alimentaria (institución conocida como IFIC, por su nombre en inglés).

Pero, ¿cómo hacerlo? La IFIC nos da sus consejos con base en los estudios que ha desarrollado a nivel mundial.

Lactancia

Desde el nacimiento hasta los dos años de edad —período que se caracteriza por el rápido crecimiento— el aumento en el peso y en la altura son los principales índices del estado nutricional de una persona. Se recomienda amamantar a los recién nacidos durante los primeros cuatro a seis meses de vida, sobre todo por los beneficios nutricionales e inmunológicos que brinda la leche materna. Si la madre no puede darle pecho, es bueno utilizar una fórmula para bebés fortificada con hierro.

¿Alimentos sólidos?

Desde el nacimiento hasta los cuatro meses de edad los recién nacidos y los bebés aún no pueden recibir alimentos sólidos. ¿Por qué? No han desarrollado  los movimientos de la boca y de la lengua, necesarios para tragar alimentos sólidos de manera efectiva, por lo que se podrían atragantar. Además, su estómago no está preparado para digerir estos alimentos.

En ocasiones, comenzar con alimentos sólidos desde muy temprano puede hacer que el bebé desarrolle alergia a ciertos productos.

Contrario a lo que la gente cree, los alimentos sólidos no ayudarán a que los bebés permanezcan más tiempo sin comer, ni a que duerman mejor durante la noche, ni tampoco mejora la nutrición de sus dietas.

Ojo con el hierro

Uno de los trastornos de la alimentación más frecuentes durante la infancia es la anemia por deficiencia de hierro.

Esta anemia se detecta por medio del análisis del contenido de hemoglobina o hematocrito en la sangre.

Por lo general, los alimentos sólidos se introducen en la dieta de los bebés entre los cuatro o seis meses de edad, la cual debe basarse principalmente en cereales fortificados con hierro, como el arroz.

El dato

1. Las tomas de leche

Si has lactado al bebé y quieres pasar a a alimentación con fórmula,  lo mejor sería que el bebé supere los seis meses de edad, de manera que se encuentre en la etapa de la ablactación, es decir donde se le empiezan a introducir otros alimentos además de la dieta; ofrecele la fórmula siempre después de los alimentos y asegúrate que esté bien diluida; no tendrás inconvenientes.

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