Alimentos contra la tristeza

Alimentos contra la tristeza

Los alimentos con alto contenido de omega-3 y vitamina B actúan como fuentes de alegría.

Las investigaciones médicas señalan que personas con desórdenes mentales de todo tipo, experimentaron una notable mejoría cuando se les suministró suplementos de omega-3, un ácido graso esencial que no puede ser sintetizado por nuestro organismo y que se encuentra en especial en los pescados azules y en las nueces.

El grupo de vitaminas B son imprescindibles para el buen funcionamiento del sistema nervioso. Están presentes en alimentos como cereales, legumbres, huevos, carnes y vegetales verdes. La carencia de estas vitaminas en el organismo provoca, entre otros, cansancio y desánimo.

Una dieta equilibrada aporta todos los nutrientes que necesitamos, pero en épocas de decaimiento conviene seleccionar más nuestros alimentos y evitar excitantes como el café, el té, el alcohol y las especias.

La alimentación equilibrada es buena también para prevenir las enfermedades y dolencias que aparecen cuando andamos bajos de ánimo.

Nos sentimos con el alma enferma y además se enferma el cuerpo. Ello se debe a que el sistema inmunológico funciona con muchas deficiencias y parece que todos los virus y dolencias se confabulan para atacarnos. Una buena alimentación es una forma de reforzar las defensas.

Contra la tristeza.  La acupuntura es una de las milenarias prácticas orientales que pueden ayudar a mejorar la salud del cuerpo y a equilibrar nuestra mente. También los masajes tienen efectos relajantes y beneficiosos para restablecer la paz mental. Dormir bien y las horas suficientes es imprescindible para recuperar la alegría. Hay muchas formas de combatir el insomnio, y conviene recurrir a ellas para recuperar con el sueño las energías y las ganas de vivir.

¡Que viva el color!
Viste colores alegres, cambia los muebles de sitio, y date algún capricho. Son fórmulas que suelen funcionar cuando no tenemos ganas de nada.

El chocolate, a la larga, actúa como un depresivo, pero de vez en cuando, y sin pasarse, ayuda a recobrar la alegría.

Familia, amigos, vecinos, e incluso mascotas son siempre los mejores apoyos para ayudarnos a superar esas malas rachas que nos asaltan en el momento menos pensado y que nos dejan, literalmente, fuera de combate.

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