Alimentos de estación

Alimentos de estación

La primavera acaba de irrumpir y con ella aumenta el furor en algunas personas por mantener una figura esbelta, pues estamos a un paso del verano.

Aunque nuestras estaciones no son tan marcadas, y podrían hasta pasar desapercibidas para muchos, los especialistas aconsejan hacer un reajuste del estado físico al entrar la primavera, al tiempo de aumentar considerablemente el consumo de agua y alimentos ricos en vitamina B, verduras, frutas y vegetales; ante el entendido de que investigaciones de la medicina moderna, han revelado que demasiada comida y la escasez de vitaminas son dos de los factores que originan la somnolencia primaveral.

Es decir, la primavera favorece hábitos de vida completamente opuestos al de otras estaciones. Se aconseja consumir carne de aves y pescados blancos, cremas, ensaladas, sopas, zumos y jugos naturales. En cuanto a los quesos, hay que optar por los magros y frescos, se debe reducir el consumo de alimentos fritos y utilizar los aceites vegetales para cocinar.

En general, el aporte calórico de la dieta debe ser medio-bajo y la cantidad de líquidos muy abundante. En definitiva, el cuerpo necesita una cura de limpieza para eliminar toxinas y el peso superfluo acumulado durante los meses invernales.

Algunas recomendaciones

Cura de arroz. Arroz integral acompañado de verduras, hortalizas y legumbres. Se puede hacer hasta cuatro semanas. El arroz integral posee fécula de fácil digestión y cantidades importantes de vitaminas y minerales, lo que no ocurre con el arroz blanco. Además posee potasio, calcio, fósforo, hierro, vitamina E, B1, B2 y B6, aparte de la fibra necesaria. La mezcla de arroz integral, verduras y algas contribuye a equilibrar el organismo.

Cura de cereza. Es equivalente a la cura de uvas. Esta fruta es muy interesante ya que posee grandes virtudes. Posee un potente efecto diurético, buenos niveles de vitaminas y minerales, sobre todo vitamina A y C y es un estimulante intestinal.

También son interesantes las curas de un día utilizando un solo alimento. Por ejemplo, un día a base de frutas: melocotón, cereza, uva, manzana o cualquier fruta de temporada.

Temporada de fresas y nÍsperos

La fresa
Las fresas representan uno de los símbolos que anuncian la llegada de la primavera. Jugosas y con un sabor agridulce, exquisitas a la vez que vistosas, admiten una gran variedad de preparaciones y constituyen una excelente fuente de vitaminas C y E y fibra. Además, atesoran otros componentes nutricionales beneficiosos para la salud.

Una de las primeras reglas en el campo de la nutrición, avalada por expertos, es consumir siempre que se pueda productos de temporada. Como la fresa se produce desde hace algún tiempo en el país, esta es una buena época para consumirla. Se trata de la mejor garantía de que los alimentos están en momento óptimo de frescura y que sus propiedades nutricionales resultan insuperables. Por este motivo, no hay mejor ocasión para consumir fresas que al final del invierno y los primeros momentos de la primavera. Como otras frutas, las fresas son ricas en hidratos de carbono, en concreto en fructosa, glucosa y xilitol, aunque sus concentraciones de azúcar son más bajas que las de los plátanos y las uvas, por ejemplo.

El níspero
Otro alimento de primavera es el níspero. Oriundo de China, penetró en España por la costa mediterránea en el siglo XVIII, con un cometido plenamente ornamental. A partir de entonces, su propagación fue muy rápida. En el siglo XIX se inicia su consumo y ya en los años 60 se cultiva de forma intensiva. Hoy en día es apreciado tanto por su utilidad decorativa como por la gastronómica.

Al igual que la fresa, los nísperos aparecen haciendo anuncio de la llegada de la primavera. De forma ovoide, contienen dos o tres semillas de color marrón que copan una gran parte de su volumen. La piel es fina aunque resistente y se extrae sin dificultad.

De color oscilante entre las gamas de los amarillos y los naranjas, la pulpa tira más hacia un tono blanquecino y la carne es consistente, apretada, aromática y sabrosa, con un gusto dulzón y matices ligeramente ácidos. Eminentemente primaveral, en los últimos años se ha recogido de forma conjunta con el resto de las frutas estivales.

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