Alimentos para el éxito

Alimentos para el éxito

Ayude a que sus hijos tengan un buen comienzo en la escuela, dándoles un buen desayuno en la mañana y bocadillos nutritivos para la hora del recreo. La ropa nueva ya está colgando en el perchero. Mochila, cuadernos, lápices, bolígrafos; marcadores de varios colores, cartulina, goma de borrar y reglas de diferentes tamaños… ¡Todo listo para el primer día de clases!

Así preparan la mayoría de los padres a sus hijos para el inicio del año escolar. Pero, ¿ha pensado en una alimentación más nutritiva que contribuya a alcanzar las metas académicas de sus pequeños?

Andrea N. Giancoli, dietista, asegura que la buena alimentación de los niños es tan importante para el éxito escolar, como lo es el equiparlos con los libros y cuadernos necesarios para su aprendizaje.

Para la especialista, el buen comienzo se llama desayuno, seguido de bocadillos nutritivos, bajos en grasa y azúcar para la hora del almuerzo.

“Los niños que se sientan a desayunar todas las mañanas tienen mejores calificaciones, ponen más atención en clase y no llegan tarde a la escuela”, dice la especialista.

“Además, según estudios recientes, el desayuno diario está relacionado a un menor riesgos de padecer diabetes, obesidad y otras enfermedades del corazón”.

En promedio el  21% de los niños y adolescentes están obesos, mientras que un 19% corre ese riesgo.

“Por eso es muy importante que los padres enseñen a sus hijos a comer saludablemente, sobre todo a la hora del desayuno y una buena manera de empezar es al comenzar la escuela”.

¿Es necesario desayunar?

Desde que se ingiere la cena o última comida del día anterior y el desayuno hay un intervalo de ocho horas o más, este es el mayor período que pasa uno sin comer.

Durante este lapso el organismo no deja de gastar energía, que en su mayoría proviene del almacenamiento de azúcares o glucosa en la sangre, y aunque se sienta bien durante las primeras horas de la mañana, al empezar sus actividades diarias esa energía desaparece.

Si no se come nada en la mañana, el nivel de azúcares en la sangre baja, lo que provoca en los adultos fatiga, falta de concentración, irritabilidad y letargia. En los niños esto se simplifica a poca concentración, cansancio, apatía y disminución en su capacidad de aprendizaje.

Qué consumir

Expertos en nutrición aconsejan evitar los desayunos altos en azúcares, grasas y cafeína. Esto debido a que proveen un rápido aumento de energía, pero no son los más adecuados.

Lo más recomendable es consumir una mezcla de proteína y carbohidratos, que ayudan a mantener altos los niveles de glucosa en la sangre durante toda la mañana. Muy importante es consumir frutas, fibra y calcio.

Si no tiene tiempo para preparar el desayuno de los niños, es bueno que investigue sobre los programas de desayuno y almuerzo que tienen algunos colegios, para así asegurarse que sus hijos ingieran una dieta nutritiva y balanceada todo los días.

Un buen comienzo

A continuación, algunas alternativas para el desayuno de los niños:

• Fruta fresca o en jugo, 100% natural y sin azúcar.

• Licuados o batidos de frutas congeladas, yogur, leche de soya o leche descremada. La fruta congelada dura más tiempo que la fresca y tiene la ventaja que ya viene lavada, pelada y cortada.

• Pan de trigo tostado con una cucharada de crema de cacahuate o una cucharadita de mantequilla, acompañado de una taza de leche y fruta fresca partida en cubitos.

• Cereales de grano entero, con alto contenido de fibra y poca azúcar, con rodajas de plátano y leche baja en grasa.

• Tortilla caliente con habichuelas y queso.

• Avena con plátano, fresas, pasas u otro tipo de fruta seca. Cocínela con leche descremada o de soya para añadir más sabor y calcio.

• Sándwich de huevo con pan de grano entero o tortilla y agréguele tomate, aguacate, habichuelas o papas.

• Cereal mezclado con yogur y frutas en trocitos.

Sándwich de crema de maní con mermelada o rodajas de plátano.

¿Y para la escuela?

Toda la variedad de frutas que le gustan a sus hijos y téngalas a mano.

• Lávelas, córtelas y manténgalas en el refrigerador en bolsitas para sándwich, listas para que sus hijos las tomen justo antes de irse a la escuela.

• Jugos de frutas —en cajita— que no contengan más de ocho onzas.

• Trozos de pepino, colóquelos en bolsitas plásticas o “tupperware” con tapa y sazónelos con jugo de limón.

• Zanahorias y trocitos de apio con crema de maní, queso crema bajo en grasa o aderezo de ensalada. Estos productos vienen empaquetados en bolsas para llevar a la escuela.

• Rodajas de manzana con mantequilla de maní.

• Pueden llevar porciones de yogur, requesón o tiritas de queso, bajo en grasa.

• Frutas secas o enlatadas.

• Galletas de granos enteros con queso crema bajo en grasa.

• Alimentos que sirvió en la cena del día anterior.

•  “Averigüe qué le gusta comer a sus niños y deles varias alternativas.

Por último es importante, también, empacar la comida de los niños en recipientes adecuados. Si está caliente en termos que la mantengan así y si es fría, en bolsas o cajitas con tapa.

La apariencia de la comida que sus hijos lleven a la escuela hará que se lo coman todo.

¡Buen provecho!

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