Dormir las horas reglamentarias cada noche, de manera placentera, sin saltos en las madrugadas, además del descanso, vital para el funcionamiento diario, tiene beneficios súper importantes para la buena salud de las personas.
Ocho horas son las recomendables, aconsejadas, con un mínimo de seis, pero esto en el caso de los adultos, porque los niños es bueno que duerman todas sus horas.
Los adultos, muchas veces tal vez por asunto de responsabilidades profesionales y personales, preocupaciones propias del día a día, o quizás por otras causas, tales como hábitos nocturnos o bien de salud, suelen obviar estas reglas de las horas de sueño reglamentarias, desencadenando con ello múltiples afecciones de salud.
Dormir bien. Además de recuperar las energías necesarias, contribuye a la creatividad, perder peso, mejorar la memoria, y evitar enfermedades del corazón, según una publicación de la European Heart Journal.
Ayuda a reducir además problemas de depresión, de estrés, mal tan recurrente en estos tiempos…
Dormir, además de ser muy placentero, ayuda a mantener sano el organismo, así lo afirman especialistas.
En el caso del cerebro, es bien sabido que el no descansar impide su buen funcionamiento. Se afirma, así mismo, que quienes no duermen bien podrían tener un desorden de las células encargadas de controlar el sobre peso.
El sueño también ayuda a la regeneración del sistema inmunológico, liberándose durante éste las toxinas del cuerpo, haciéndolo por ende más sano.
Alimentos que mejoran el sueño. Es cuestión simplemente de tenerlos presentes a la hora de dormir, ya que en su mayoría son parte de los alimentos de consumo diario.
El guineo maduro. De este se dice que tiene efecto de calmante e induce al sueño, dado su alto contenido de magnesio y potasio. Es considerado un estimulante de la melatonina y la serotonina, encargadas de la calidad del sueño.
De esta fruta se dice además que es un relajante muscular y nervioso.
¿Creía que lo de la leche caliente era un mito? Pues no, datos al respecto indican que una taza antes de irse a la cama ayuda a dormir plácidamente, por la presencia en este lácteo del aminoácido triptofano, esencial para producir las hormonas que producen el sueño (melatonina y serotonina).
La avena, ¡sí! es otro de los alimentos considerados súper, no solo en nutrientes, sino para lograr un sueño reparador. Su consumo se aconseja dos o tres horas antes de ir a dormir.
También la cereza, el pan integral, la carne de pollo, la maravillosa miel de abeja, las almendras, y teses de hierbas como la manzanilla, lavanda y tilo.
Del mismo modo activan las hormonas que producen el sueño alimentos como el chocolate negro, de este se dice que es un relajante natural del cuerpo y la mente.
Si es de los que regularmente no logran conciliar el sueño, que el insomnio se ha apropiado de sus noches, es hora de que tome en cuenta estos diez alimentos, considerados como panaceas para lograr un sueño relajado y reparador.