1. Descansar todo lo que sea posible, especialmente si se presenta fiebre. De esta forma, permitimos que nuestro organismo recupere fuerzas.
2. Alimentarse adecuadamente, sobre todo con frutas y verduras, que son fuentes de vitaminas y minerales que ayudan al cuerpo a desarrollar defensas. Beber gran cantidad de líquidos y claro visitar al especialista.