LONDRES. AP. El mundo respiró aliviado ayer al apartarse Estados Unidos del abismo del impago de su deuda soberana, aunque los especialistas y los funcionarios extranjeros advirtieron que la credibilidad de Washington ha resultado perjudicada, aspecto reconocido por el presidente Barack Obama en Washington.

El analista político Nicholas Kitchen, de la London School of Economics, dijo que el cierre mancilló la reputación de Estados Unidos. “Al demostrarse incapaz de regentar en forma competente incluso sus propios asuntos, en cierto modo Estados Unidos renunció a su reclamo de liderazgo global”, indicó.

“Es difícil indicar a otras personas cómo deben regentar sus asuntos cuando uno es incapaz de poner orden en su casa”. Agregó que cuando los países parecen ser exitosos, otras naciones intentan imitarlos. “Estados Unidos no realiza un buen trabajo de momento como modelo de un buen gobierno”, insistió. Dijo que la crisis no tendría un impacto a largo plazo.

La clave
Atento al caso
La legisladora del Partido Laborista británico Ann Clwyd dijo que ella y otros miembros del Comite de Asuntos Exteriores siguieron atentamente la situación ante la planeada visita a Washington dentro de dos semanas, ya que no habrían viajado si el gobierno continuara cerrado. Agregó que su primera vez en el Parlamento Europeo le convenció de que seguramente se lograría una solución de último momento.