LOS ÁNGELES. Los Premios de la Academia parecieron una formalidad en cuanto a la categoría de mejor actriz de reparto este año. Desde que el mundo devoró la brillantemente ácida interpretación de Allison Janney como la abusiva madre de Tonya Harding en «I, Tonya» se llevó un BAFTA, un SAG, un Globo de Oro un premio Critics’ Choice y el domingo culminó su impresionante campaña con el Oscar.
Quizá lo único sorprendente era que fue la primera nominación a los Oscar para esta actriz de 58 años, quien cuenta con siete Emmy y siete SAG entre sus reconocimientos, así como dos nominaciones a los Tony.
Y pesar de que también actuó en películas galardonadas con el Oscar como «Juno» y «The Help», la atención no recaía en ella.
«Pensé que quizá este momento me había eludido en mi carrera, que simplemente no estaba obteniendo el tipo de papeles en cintas que me estuvieran dando o consiguiendo para mí el reconocimiento», reflexionó Janney el mes pasado en el almuerzo de nominados a los Oscar.
Y todo se debe gracias a su viejo amigo, el guionista Steven Rogers, quien tuvo la idea de conseguir los derechos de la historia de la vida de Tonya Harding.
Él sólo puso dos requisitos para quien lo fuera a ayudar con la película: Nadie tenía autorización para reescribir lo que él hubiese hecho y Janney interpretaría a LaVona Golden. Rogers conocía a Janney desde hacía décadas, desde que estaban en el conservatorio de teatro Neighborhood Playhouse School of the Theater de Nueva York cuando él tenía apenas 17 años (ella es unos años mayor que él) y había escrito papeles para ella antes. Pero nada había cuajado.
«Dije ’quiero esto por escrito o no se hace el trato’. Lo dije incluso antes de que ella hubiese leído el guion, ni siquiera había dicho que lo haría», dijo Rogers.
«Pero lo sabía, y decía ’en esta ocasión finalmente voy a tenerla’». No parecería lo más halagador que un buen amigo piense sobre una como la madre fumadora, amarga, abusiva y controvertida de la patinadora sobre hielo con la peor reputación del mundo la cual le dice a su propia hija «patina mojada» después de que se orina sobre el hielo en un entrenamiento, además de que suele golpearla pero Janney estaba encantada.
«He interpretado a muchas madres en mi vida», dijo a finales del año pasado Janney, quien da vida a una alcohólica en recuperación en la comedia de CBS «Mom». «Pero nunca al grado en el que ésta estaba afectada». Rogers, quien se basó en entrevistas con Tonya Harding y su exesposo Jeff Gillooly para darle forma al guion y a la historia nunca conoció a LaVona Golden mientras escribía el guion. Harding le dijo que no sabía si su madre estaba viva o muerta (está viva y sigue negando las acusaciones de abuso).
El personaje en «I, Tonya» se basó en una amalgama de entrevistas, un documental de 1986 en el que LaVona hace una entrevista con un pájaro sobre el hombro, historias de Harding y Gillooly, así como un poco de licencia artística.