El funcionario destacó la importancia del Programa Barrio Seguro para enfrentar la delincuencia, y para atender las necesidades de poblaciones marginadas.
POR LEONORA RAMÍREZ S.
La Policía es una entidad con debilidades y fortalezas, que debe transformarse rápidamente para estar a tono con los tiempos modernos, consideró Franklin Almeyda, secretario de Interior y Policía.
El funcionario se expresó en esos términos al referirse a las dificultades que tiene la institución del orden para utilizar a los agentes adscritos a funcionarios públicos y personas del sector privado.
Al ofrecer sus declaraciones en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, manifestó que la Policía precisa de transformaciones urgentes, tal como ocurrió en su momento con el sistema judicial del país.
Los componentes de esos cambios estarían concentrados en los departamentos de prevención, investigación criminal, inteligencia, asuntos internos, formación académica y áreas administrativas.
Es muy difícil que se entienda en sentido general lo que es cambiar una institución. Son hábitos, cultura.
Cambiar solamente el horario de los policías es un problema, porque estos trabajan cada 12 ó 24 horas, pero hay que crear tres turnos de ocho horas para completar la jornada del día.
A juicio de Almeyda, modificar los hábitos en la institución del orden es más difícil que destinar a los agentes a sus labores normales.
Una queja reiterada
En diversas ocasiones, más de un jefe de la Policía se ha quejado de que cientos de sus agentes prestan servicios a funcionarios u otras personas, en detrimento de la vigilancia que deben ofrecer en las calles.
El mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, actual jefe de la Policía, manifestó que alrededor de 15,000 agentes están en esas condiciones.
Durante la gestión del teniente general Bernardo Santana Páez se les dio un plazo a los policías que estuviesen fuera de los cuarteles para que se reintegraran.
Seguridad ciudadana
Franklin Almeyda también se refirió al Programa de Seguridad Ciudadana que implementa la Secretaría de Interior y Policía.
En tal sentido, manifestó que el Plan de Seguridad Democrática, al que está adscrito el anterior, tiene entre sus componentes la reforma y modernización de la Policía, desde una perspectiva que le permita garantizar los derechos de la ciudadanía.
Sobre ese aspecto manifestó que es vital el control de armas de fuego en la población civil.
Como parte de esa política, Interior y Policía ha actualizado los registros de 180,000 armas de fuego.
El Programa Barrio Seguro, que se inscribe en el Plan de Seguridad Democrática, abarca la libertad de expresión, el derecho a la salud, a la vida, a la vivienda y la educación.
Porque se trata de una población marginada que se debe ir atendiendo paulatinamente, dijo Almeyda, quien asistió al encuentro en compañía del teniente general Ramón Aquino García, secretario de las Fuerzas Armadas.
También asistieron Marcos Villamán, director del Consejo Nacional para la Reforma del Estado (CONARE); el general Luis Payán Araché, coordinador de las reformas de las Fuerzas Armadas; Alejandro Moscoso, director de la Comisión de Apoyo a la Reforma de la Justicia, Roberto Lamarche y el diputado Pedro Delgado.