El exministro de Interior y Policía entiende reforma policial debe ser con estudiantes universitarios

El exministro de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, se mostró ayer en desacuerdo con establecer en la reforma policial la geolocalización de agentes y advirtió que una Policía Municipal bajo el control de los ayuntamientos es riesgosa, producto de las debilidades institucionales que se arrastran.

“Cuando un policía está en su barrio y ve que su hermano está cometiendo un delito, no es verdad que va a proceder”, dijo Almeyda Rancier, quien recomendó primero hablar de una institución del orden adecuada y funcional antes de pensar en formar policías en los ayuntamientos, pues eso degeneraría “en bandas políticas policiales”.

Indicó que cuando se habla de reforma policial, se engloban aspectos como la seguridad ciudadana, lo cual es sinónimo de garantía de derechos y que es la primera premisa que debe partir, porque son las instituciones del Estado las que están obligadas a eso.

“Cuando los delincuentes se hacen dueños de la calle, la solución es muy elemental; que la policía en la labor preventiva haga presencia física noche y día en la calle, sin amenazas y debidamente entrenados”, expresó el dirigente político al usar como ejemplo uno de los puntos que en la creación del programa Barrio Seguro se trabajó en su lucha por atender a la población excluida, que no tiene acceso con facilidad a las instituciones.

Para transformar la Policía Nacional. La estrategia que recomienda Almeyda Rancier al presidente de la República, Luis Abinader, para sacarla del esquema represivo es formar 15 mil policías por año, reclutándolos desde las universidades, igual que lo intentó establecer cuando fue ministro de Interior y Policía en un programa denominado “Policía Auxiliar”.

“Si bien es cierto que la policía necesita utilería, vehículos, medios de comunicación, salario y formación, pueden empezar formando 15 mil policías anuales en programa fácil de desarrollar”, dijo.

Recordó que el programa tuvo éxito pues logró que unos 7 mil jóvenes universitarios fueran depurados en materia de tecnología, conducir vehículos y dominar un idioma, pero lamentablemente fue disuelto a su salida como ministro.

El plan es que, de inicio, estos policías sean destinados a lugares de bajo riesgo para labor de prevención, sin necesidad de portar armas de fuego, si no aditamentos como el gas pimienta y otras herramientas para neutralizar con el menor esfuerzo alguna agresión, sin causar daño letal.

Indicó que, en su experiencia, la Policía Nacional desnaturalizaba las estadísticas y aún lo sigue haciendo, pero es vital en el mapeo del delito.

Lamentó que debido al éxito de su programa, esto despertará algunas envidias políticas en personas que se enfocaron en hacer que no fructificara. “A veces hay que hacer las cosas mal para que no te saquen de una posición. En cambio, cuando usted es exitoso, pues tiene dificultades”, dijo entre risas

La inseguridad ciudadana. Explicó que esta inicia desde la invasión de negocios de las aceras y las malas condiciones en las que están. “Si tú vas caminando por una acera destruida, ahí empieza la mortificación y te hace olvidar si viene alguien siguiéndote”, advirtió Almeyda Rancier.

Reducir cantidad de generales. El exceso de generales afecta por lo que es urgente proceder con una evaluación, hacer retiros dignos y nuevos ingresos. “La Policía Nacional no debe tener 60 generales; hay demasiado gente mandando y muchos sentados sin funciones.

Dijo que antes para escalar en la institución un equipo evaluaba su formación y el resultado de sus funciones, pero ahora eso se dejó atrás. “Ahora hay que dar un dinero y si quieres un arma de fuego de las nuevas, te piden dar 4 mil o 5 mil pesos, usando una especie de código policial.

Zoom

Todos asumir PN
Según Almeyda, solo trabajando junto el Estado y la sociedad se podrá echar a andar una nueva Policía, pues aunque tiene mucha gente buena en sus filas y cuenta con las buenas intenciones del presidente Luis Abinader y Jesús Vásquez, necesita el respaldo global de todos sus funcionarios y una sólida línea política.