El secretario de Interior y Policía,  Franklin Almeyda Rancier, dijo ayer que en el informe sobre la muerte de Cecilio Díaz y William de Jesús Batista Checo, supuestos secuestradores de Eduardo Baldera Gómez, no existen pruebas de que fueron ejecutados.

Declaró que existe, en cambio,  mucha evidencia de que murieron en un intercambio de disparos con la Policía.

“Pero la comisión dijo que hubo una ejecución y yo en ese expediente no veo pruebas, indicios de ejecución”, señaló.

Almeyda Rancier cree que quienes presentaron la investigación se excedieron al valorar el expediente. “Si fue una acción legal de la Policía o si fue una ejecución, es una decisión del tribunal, no puede ser una decisión extrajudicial”.

Dijo que los cinco agentes sometidos a la justicia por el hecho  recibirán la asistencia de abogados de parte de  Interior y Policía, para    ser defendidos hasta el límite de sus derechos.

Conciliar deuda.  Almeyda Rancier pidió a los siquiatras  hacer una conciliación del monto adeudado por concepto de las evaluaciones  que practican a las personas que solicitan permiso para el porte de un arma de fuego.

“Hemos conciliado hasta junio y yo mismo ordené en la División Financiera que se comunicaran con ellos para que conciliáramos  julio, agosto, octubre, noviembre y diciembre”, dijo.

Indicó que el pago se hace a través del Colegio Médico Dominicano, para que le entregue a la Sociedad de Siquiatras, la que dijo antier que la deuda asciende a RD$7 millones.

Precisó que el dinero  está en la cartera. 

Antecedentes

Lo que dijo el jefe de la PN

Sábado 10 de octubre

Ese día apareció el secuestrado Eduardo Baldera Gómez, y  el jefe de la Policía,  Rafael Guillermo Guzmán Fermín, al dar la información ofreció también    la noticia de que “un  intercambio de disparos se  escenifica con los secuestradores en estos momentos y vamos camino al lugar”.  Afirmó que  un agente había sido herido, el mismo que luego fue ascendido.