Almonte: «Ayúdenme a salvar a mi madre»

Almonte: «Ayúdenme a salvar a mi madre»

SANTO DOMINGO (AP).- En su corta carrera como lanzador de béisbol, el zurdo dominicano Danny Almonte ha demostrado una asombrosa capacidad para lidiar con situaciones extremadamente difíciles.

Sin embargo, el joven tiene por delante una misión en la que necesitará algo más que su prodigioso brazo para resolverla.

«Necesito auxilio urgentemente. Ayúdenme a salvar mi madre. Es urgente que mi madre venga a Estados Unidos para recibir un tratamiento que necesita, de lo contrario morirá muy pronto si se queda en República Dominicana», dijo Almonte a The Associated Press desde New York.

«Hay varias personas que están dispuestas a ayudarnos si mami llegara a Estados Unidos», agregó.

Sonia Rojas, madre del lanzador, tiene un tumor en el riñón izquierdo desde hace seis años y aunque apenas tiene 30 años de edad, los médicos han descartado la posibilidad de operarla.

«No tengo cura. Es como una sentencia de muerte», dijo Rojas en su hogar en Moca, al norte de Santo Domingo.

Para tratar de alargar un poco su vida, o dilatar en algo la llegada de la muerte, Rojas es sometida a un tratamiento de dos inyecciones diarias y una diálisis cada 20 días.

El tratamiento cuesta alrededor de 500 dólares mensuales, una suma exorbitante en República Dominicana, donde el salario mínimo ronda los 50 dólares mensuales.

«Prácticamente estoy viva por la caridad pública. Mi familia no puede con los enormes gastos de mi enfermedad», dijo Rojas sollozando.

«Danny me llama siempre después de cada partido y me cuenta su actuación. Siempre me dice ‘no te mueras mami que pronto podré ganar dinero y ayudarte»’, dijo Rojas, quien fracasó en el 2001 en su intento de conseguir una visa estadounidense para reunirse con su hijo en New York.

Rojas, quien se separó de Felipe Almonte, el padre de Danny y su hermano menor Juan, hace 14 años, vive en la casa de sus padres junto a otras ocho personas.

La casa, una pequeña vivienda de tres habitaciones con techo de zinc, también fue el hogar del lanzador antes de mudarse a New York hace tres años.

Almonte ganó notoriedad en el 2001, cuando lanzó el juego perfecto número 44 en historia de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas en Williamsport.

Representando al equipo Rolando Paulino del Bronx (New York), que estaba formado por 14 niños dominicanos y dos puertorriqueños, Almonte ponchó a 16 de los 18 bateadores que enfrentó, incluyendo los primeros 15.

El chico se convirtió en una leyenda que interesó a todos los aficionados del béisbol en Estados Unidos y gran parte del mundo.

Sin embargo, una investigación posterior al torneo determinó que Almonte tenía 14 años, dos por encima de las reglas del torneo.

El directorio de Pequeñas Liga de Williamsport optó por despojar del tercer lugar al conjunto que fue bautizado como «Los Bombarderitos del Bronx», y se le concedió al conjunto Willenstand de Curazao, que había llegado en cuarto puesto.

No hubo sanción contra Almonte, pero la liga Rolando Paulino fue suspendida por un año y su mentor, Rolando Paulino, expulsado de por vida de las actividades de Pequeñas Ligas en Estados Unidos.

Almonte mantuvo su impresionante dominio en cada categoría que jugó desde entonces y se perfila como un prospecto de Grandes Ligas.

El pasado viernes, Almonte lanzó blanqueada de un hit y 11 ponches ante George Washington para guiar a James Monroe a ganar 4 0 en la final por el campeonato estatal de escuelas públicas de New York, en el Shea Stadium.

Todas las organizaciones de Grandes Ligas adorarían tener a Almonte, quien además de lanzar juega excelentemente en la primera base y los jardines, pero tendrán que esperar hasta junio del 2006, cuando el dominicano podrá entrar al sorteo universitario.

«Solamente espero que mi madre pueda esperar hasta entonces. Es cuando podré comenzar a ganar dinero para ayudarla. En estos momentos su vida depende de otros», dijo Almonte, quien ahora tiene 17 años de edad.

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