Era  mediodía y el área de estacionamiento del hotel Jaragua estaba abarrotada de vehículos y con gran dificultad para que quienes llegaron retrasados encontraran un espacio disponible, esto es raro a esa hora ya que la mayoría de actividades sociales y artísticas se realizan en la noche. 

Sin embargo, el concurrido movimiento poco inusual para la hora tenía una explicación muy especial, y es que la Asociación de Industrias de la República Dominicana (Aird) celebraba su tradicional almuerzo anual aniversario con la alegría de festejar 48 años.

A la actividad, que asistieron cientos de personalidades, entre ellas empresarios, políticos, abogados y economistas, contó con la presencia del presidente Leonel Fernández y la primera dama, Margarita Cedeño de Fernández, quienes llegaron al salón Anacaona a la 1:20 de la tarde y recibidos por directivos de la Aird.

Previo al inicio de la actividad, que  tuvo como orador  invitado a José León Asensio, presidente del Grupo León Jimenes, las personalidades  llegaban y saludaban e intercambiaban impresiones y uno que otro buen chiste, ya que la risa y la alegría  eran notorias.

Tras la llegada de la pareja presidencial fueron  presentados los integrantes de   la mesa principal, integrada  por Manuel Diez Cabral, presidente de la Aird, quien manifestó en su discurso que ese sector valora como positiva la acogida del presidente Fernández y varios funcionarios del gobierno a la necesidad de un cambio en el modelo económico del país, pero pidió que se dé algunos “descansos” a la industria local para poder seguir compitiendo.

José León Asensio, quien disertó sobre “El rol de la industria nacional en el desarrollo de la República Dominicana”, dijo que el país acarrea dos grandes déficits: el desempleo, el cual afecta al 15 por ciento de la fuerza laboral; y la pobreza, que aflige a más del 40 por ciento de la población. Durante su exposición los asistentes compartieron un almuerzo.

Menú plateado

Almuerzo

El plato de  entrada del almuerzo  anual de la Aird consistió en  una Crema de calabazas con brunoise y pesto al olivo. El plato principal servido fue Medallones de pollo, Estofado de tomates  secos y Rúcula con guarniciones de puré de papas al natural y Lingüini de vegetales. El postres degustado que acompañó el menú fue  un New York cake con frutos rojos marinados en sambuca.