ALMUERZO GRUPO CORRIPIO
En Chile, distribuidoras tienen que pagar los apagones no programados

ALMUERZO GRUPO CORRIPIO <BR>En Chile, distribuidoras tienen que pagar los apagones no programados

POR LEONORA RAMÍREZ S.
La tarifa del servicio eléctrico debe estar en condiciones de cubrir los costos de operar y otorgar un retorno razonable de la inversión de las empresas, manifestó Sergio Espejo Yaksic, superintendente de Electricidad y Combustibles de Chile.

El funcionario, que analizó el mercado eléctrico de su país salvando las distancias con la situación de la República Dominicana, planteó que si los incentivos son insuficientes, no se pueden disminuir las pérdidas.

Citó como ejemplo que, en Chile, en materia de transmisión de energía, los estándares de calidad eran bajísimos, debido a una inadecuada regulación de los peajes.

Otra parte de su reflexión estuvo relacionada con el esfuerzo, al destacar que «yo no gano nada si mi tarifa cubre los costos adecuados de operar y mantener, pero no estoy en condiciones de verificar, a través de un tercero independiente, que los estándares se cumplan adecuadamente».

En esa última parte dijo que la experiencia chilena es reciente y que fue en el 2002 cuando se inició un proceso de medición de calidad en distribución eléctrica, con la elaboración de un récord que mide interrupciones de servicios para cada una de las concesionarias.

Asimismo, que incluyó encuestas al público y un sistema de compensaciones que permite pagarle a éste, el servicio no recibido. Sin embargo, reconoció que ese proceso ha marchado con mucha lentitud.

En el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, al margen de eso, destacó que los patrones de calidad del servicio de los usuarios chilenos se han equiparado, en los últimos años, a los establecidos en las regulaciones del sector eléctrico.

«En la primera medición de calidad que se hizo en el 2002, se determinó que el 70% de la población recibía un servicio con la regularidad con que pagaba su tarifa, y en el 2004 ese estándar aumento en un 80%», dijo.

Explicó que los usuarios, componentes importantes del sistema, cuentan en Chile con informaciones relacionadas con sus derechos y deberes, tanto en términos de calidad como de continuidad del servicio.

«Hemos desarrollado una acción de comunicación permanente, entregando datos sobre las empresas y las instancias dónde pueden reclamar sus derechos».

APAGONES COMPENSADOS

Las distribuidoras de electricidad de Chile pueden dar hasta 20 horas de apagones anuales a los clientes regulados.

Las interrupciones que se producen en un mes, explicó Espejo Yaksic, valen para efectos de la cuenta por 12 meses y que, por lo tanto, si se supera esa norma, el usuario tiene que ser compensado por el duplo del valor de la energía no suministrada.

De esas 20 horas de corte, 14 son programadas por mantenimiento de las plantas y las otras seis para imprevistos.

«Pero cuando se produce una falla en generación, la Superintendencia debe investigar si la misma es responsabilidad de los generadores y si luego de producida, el sistema operó para disminuir el daño que se iba a producir. De lo contrario, se sanciona».

De hecho, durante su gestión, dos empresas tuvieron que compensar a los usuarios con US$7.0 millones y US$4.5 millones, por apagones de cuatro y dos horas, respectivamente.

Asimismo, entre octubre del 2004 y enero del 2005, alrededor de 1.2 millones de clientes han sido compensados con US$1.0 millón, por apagones no autorizados.

En la República Dominicana, en cambio, las distribuidoras garantizan solamente el 70% del servicio, siendo mayores los apagones en los sectores donde el pago de la tarifa es más deficiente.

El Estado invierte alrededor de US$30 millones mensuales para que la energía se mantenga en los niveles actuales.

TARIFAS SIN SUBSIDIOS

El experto también tocó el tema de los subsidios, sobre lo que manifestó que las tarifas no deben incorporarlos, sino el costo de producir y la ganancia razonable.

Si se registra un problema de equidad el Estado debe hacerse cargo del mismo, pero a través de los instrumentos que sean más eficientes para ese objetivo, como los subsidios directos, explicó.

Dijo que en Chile no hay subsidios para los usuarios de más bajos recursos, aunque se discute la posibilidad porque para una familia que entra en esa categoría, es mucho, pagar US$9.00 por 140 kilovatios/hora, que es el promedio de consumo en la zona metropolitana de Santiago, la capital.

En el país el gobierno subvenciona a los que consumen menos de 200 kilovatios hora al mes.

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