Aló, aló, aló…aló, ¿Luis, me escuchas?

Aló, aló, aló…aló, ¿Luis, me escuchas?

Estos teléfonos son una mierda. ¿Luis me oyes? Y una voz sosegada responde, “hola Bonifacio, cómo estás”. Bonifacio, ya más tranquilo, le dice “bien Luis, preparados para al 20 de mayo porque hay que sacar a estos bandidos del poder para no caer en otra dictadura”. Luis, hombre sereno y taciturno a diferencia de su rebelde amigo, le dice que la cosa no está fácil ya que el gobierno está gastando de antemano hasta los impuestos que recibirá de la venta de la Cervecería Presidente, para promover a Danilo Medina.

Bonifacio gruñe y responde con maldiciones, acabando con medio mundo. Luis le dice, “tranquilo Bonifacio, tranquilo que con eso no resolvemos nada”.

El diálogo continuó y entonces se escuchó un bullicio en el teléfono de Luis por lo que su amigo le preguntó a qué se debía ese escándalo. Luis le responde que es una caravana del PLD pasando frente a su casa y que Margarita la presidía.

Bonifacio, encandelado como siempre, grita por el teléfono “a esa mujer y a Félix Bautista hay que matarlos por el daño que le han hecho a este país”. Luis lo tranquiliza de nuevo y le dice que se faje a buscar votos. Pero Bonifacio insistía, “muerte, muerte a los corruptos como hacen en China”. Después, ambos se despidieron con palabras amistosas.

Esa noche Luis salió de su casa para visitar a unos amigos y Bonifacio se quedó viendo televisión con su esposa.

Al otro día, ambos se fueron a sus respectivos trabajos. Luis, a un negocio de importaciones donde es el administrador y Bonifacio a su pequeña empresa de la que es dueño único, dedicada a la venta de varios productos. Todos los vehículos de distribución de mercancía de Bonifacio están cubiertos de afiches de PAPA ya que dirige dos movimientos llamados “DURMIENDO CON PAPA” y “HASTA EN EL BAÑO CON PAPA”

A eso de las dos de la tarde la esposa de Bonifacio lo llama por teléfono gritando desesperada que regresara a la casa de inmediato ya que hay policías hasta en las habitaciones. Bonifacio corre al galope y cuando llega le meten el guante y se lo llevan de puntilla a la policía. Ahí comienzan a interrogarlo sobre la trama para matar a Margarita y otros dirigentes del PLD. 

La noticia corre como pólvora y en los titulares de prensa se habla del intento de asesinato de la primera dama y de otros altos funcionarios del gobierno cuya prueba es una grabación telefónica de dos líderes del PRD.

Las supuestas víctimas se declaran sorprendidas de la trama y acusan a Hipólito Mejía de orquestar la misma porque se siente derrotado.

En otro lado de la ciudad, atrapan a Luis saliendo del trabajo y lo declaran miembro de la banda que intenta hacer la matanza descubierta por los organismos de seguridad. 

El segundo día y faltando una semana para las elecciones, la prensa, la radio y la televisión, controladas en un 80% por el gobierno, se dedican a resaltar el complot, mostrando fotos de la policía al lado de las armas que utilizarían los asesinos. De inmediato, el más venenoso de sus voceros sugiere apresar y someter a la justicia al candidato a la presidencia del PRD, por ser el jefe de la banda criminal.

El 21 de mayo ambos amigos salen de la cárcel sin levantarle cargos, lamentándose de no haber votado por PAPA. Bonifacio, aun cagándose de miedo solo atinó a decir, “coño, suerte que ganamos”. Luis, por su parte, se fue directo a Orange a cancelar su teléfono.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas