Alonzo-Alonso/Valdés-Valdez

Alonzo-Alonso/Valdés-Valdez

Leemos una nota con el título “Alianza promoción cultural”, parte inferior derecha de la página 6D, diario Hoy, 25 de mayo recién finalizado (2016), incluida dentro del marco “Click” de la sección “Rostros”.
La nota se refiere a la celebración de un almuerzo-conferencia entre directivos de la Embajada del Japón y miembros de la Asociación Dominicana de Agencias de Viajes y Turismo, con el “objetivo de motivar el intercambio turístico-comercial entre los dos países”. Y cierra con:
“En la foto Winston Cruz, Édison Ureña, Ana Santelises, Takami Fuchigami y Carlos Alon/s/o”.
En cuanto a estos nombres, nos llamó la atención el apellido Alon/s/o con /s/, citado en la escritura del dominicano, solemos escribirlo con /z/ hacia el final de la graficación: Alon/z/o.
Queremos decir que se trata de nuestra inclinación. Damos razones de inmediato. Todas las noches sintonizamos los programas de TV de Julito Hazim: Revista 110; Horas Extras, los domingos. Y durante el período de los comicios, ya cumplidos, unas cuantas jornadas semanalmente de la Revista Electoral… Y puede caber un etcétera. En algunas ocasiones vemos en pantalla (canal 26), el apellido del presentador Carlos Alon/z/o, a la dominicana, es decir, Alon/z/o con /z/.
La primera vez que vimos escrito el nombre apelativo Alon/z/o con /z/ fue en el 1951. El nombre completo del incumbente: Alon/z/o Perry, refuerzo de oro del equipo de béisbol Tigres del Licey. Habíamos tenido la experiencia de lo contrario: Alon/s/o con /s/, lo que llamó nuestra nuestra atención
Porque recordamos que en los años de nuestra adolescencia conocíamos el nombre de Amado Alon/s/o, coautor, con Pedro Henríquez Ureña, de la Gramática castellana; Martín Alonso, de la Enciclopedia del idioma; Dámaso Alon/s/o, director de la Real Academia de la Lengua; Alon/s/o Zamora Vicente, filólogos españoles, todos con /s/, ya sean apellidos o nombres de pila de cada uno.
Nos sorprendió, por tanto, la última palabra del suelto acerca de la “Alianza promoción cultural”, el apellido de marras con /s/ en la sílaba final: Carlos Alon/s/o, en escritura dominicana. No suscribimos que los españoles la ofrecen con /s/ y nosotros lo hacemos con /z/. Nada de eso. Que muchas cosas suceden en las Viñas del Señor.
Y si no es así, ¿por qué Enríquez, sin /h/ inicial, pero con /z/ final? y, también, Henríquez con ambas letras: inicial y final, respectivamente. Y para algo más, con tilde o acento ortográfico cuando cargan la consonante /z/ al final de dicho apelativo.
¿Por qué, en la escritura de los cubanos Valde/z/ va casi siempre con /s/ en la sílaba final y el añadido de la tilde sobre la /é/, mientras nosotros usamos Valdez con /z/ final y no le ponemos tilde a la vocal /e/ de la última sílaba? Lo consulto con Sergio Valdés Bernal, Cubano.
Muy sencillo, me dice. Cuestión de las reglas de acentuación ortográfica:
-A la forma usual Valdés, con /s/ final, se le marca el acento por ser voz aguda de más de una sílaba, terminada en /s/;
-La forma de mayor empleo en República Dominicana no requiere la marca del acento por resultar una palabra -también- aguda, de más de una sílaba, pero terminada en consonante /z/, y éstas no se acentúan ortográficamente.
En sur América (Ecuador) me he topado con Pa/b/ón, mientras ese apelativo nosotros lo escribimos con /v/: familia Pav/ó/n Moní.
Conocemos R/ai/mundo-R/ei/mundo, pero, además a Manuel Seco Reymundo. Fernán y Fernando. Alberto y Adalberto. Irene e Ireno. Olga y Olgo. Vigil, Virgil. ¿Razones? Muchas y de distintos órdenes. Y si lo prefiere, acuda a los apellidos, en gramática y en significados: Tierno Amor; Durante Castañeda de Díaz; Vaca Toledo; Córdova Malo; Emilio Lorenzo Criado, Entralgo…

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