¡Altas y bajas!

¡Altas y bajas!

POR DIONISIO SOLDEVILA
Los Tigres del Licey terminaron como el mejor equipo de la serie regular, pero a juicio de su dirigente Rafael Landestoy no fue una tarea fácil por tener que superar grandes obstáculos.

El triunfo lo consigue Landestoy en su segunda etapa como dirigente del conjunto azul, luego de no haber completado sus aspiraciones en la primera fase.

Landestoy acredita el triunfo de los Tigres a su labor realizada con los jugadores jóvenes y los veteranos, logrando combinar lo mejor de cada uno de ellos para hacer que el Licey gane.

«El equipo está acoplado. Los jóvenes y los veteranos han hecho su trabajo de una manera excepcional», dijo el dirigente Rafael Landestoy a redactores de HOY antes del partido de anoche contra los Gigantes del Licey.

Sin contar la actividad del miércoles, los Tigres encabezan la liga dominicana con una marca de 31-17 y superando por cuatro juegos y medio a sus más cercanos competidores, las Aguilas Cibaeñas.

Landestoy resalta que uno de los factores principales para el éxito de los Tigres ha sido el pitcheo, uno de los mejores de la liga, acumulando una efectividad colectiva de 3.24.

«El pitcheo nos ha dado buenos resultados y ha sido preponderante para los resultados que hemos visto», manifestó el estratega.

Criticado por muchos y elogiado por otros, Landestoy reconoce que el Licey ha tenido altas y bajas en la campaña del 2005-06, pero las altas han sido mucho mejores.

Fue una combinación de juego inteligente entre los muchachos que juegan desde el principio y el acoplamiento en el momento perfecto de bates veteranos como los de José Offerman, Ronnie Belliard, entre otros nombres.

«Los muchachos sabían cómo tenían que manejarse desde el principio porque trazamos una pauta clara de lo que queríamos hacer desde el comienzo de la campaña», dijo.

DUO HERNANDEZ-AYBAR

Uno de los temas que más se ha tocado en la temporada que ya casi finaliza ha sido la pareja de Anderson Hernández y Erick Aybar, los dos primeros bates del equipo del Licey.

Para Landestoy, ellos han significado un gran alivio porque se mantienen en bases y le dan la oportunidad de empujar las carreras a los contrarios.

Aybar ha bateado para .321 en los 41 encuentros en los que ha

visto acción, mientras que Hernández ha acumulado .301 en los 39 encuentros en los que ha estado en la alineación azul.

Todos los analistas los consideran como los responsables de motorizar la ofensiva de los Tigres y los resultados están a la orden del día.

LOS CUATRO PASOS

Landestoy se siente conforme porque ya ha cumplido el primero de cuatro pasos que se trazó tanto para él como para los jugadores que están bajo sus ordenes.

«Ya cumplimos con la primera parte, pero no vamos a parar en este momento, sino que pensamos seguir hasta el final», dijo el dirigente.

Los cuatro pasos consisten en ganar el banderín, que ya lo han logrado, llevarse el round robin, que está por venir, la serie final y finalmente la Serie del Caribe.

«Tenemos nuestro esquema trazado y vamos a lograrlo», señaló Landestoy.

DOMINIO AGUILUCHO

Pese haber asegurado la primera posición para el torneo invernal dominicano, los Tigres no lograron descifrar la magia de las Aguilas, perdiendo siete de los 10 enfrentamientos contra los amarillos.

Landestoy tiene una idea de qué influyó en el desnivel, comparando con los resultados conseguidos ante los demás rivales.

«Las Aguilas nos dieron problemas, porque los muchachos se excitaban demasiado cuando jugábamos contra ellos», dijo Landestoy.

Sin embargo, reconoció que el último partido de la temporada regular ante las Aguilas tiene un valor especial.

«El ánimo subió al cielo, porque ese triunfo con el hit de Timo Pérez, un veterano, nos ayudó a quitarnos el mono de la espalda, como se dice en inglés», comentó.

Indicó que los Tigres han conseguido sus beneficios por la entrega de los jugadores, que han dado el todo por el todo en el terreno de juego.

QUE FALTA

Para Landestoy, los Tigres no pueden pensar en lo que falta para mejorar la organización o los jugadores que todavía no han llegado.

El capataz entiende que debe hacer su trabajo con los muchachos que están en el clubhouse, pues estos son los que han llevado al Licey a la segunda fase.

«Nos haría falta un buen bate y quizás también uno que otro brazo, porque los lanzadores nunca sobran, pero el trabajo lo vamos a hacer con lo que tenemos», comentó.

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