Alternativa militar para control de las pandillas haitianas

Alternativa militar para control de las pandillas haitianas

Sorprendentemente, y a pesar de que una incapaz policía permite que casi toda la ciudad de Puerto Príncipe esté dominada por una atroz delincuencia, es ahora que el gobierno haitiano reconoce que debe emplear a su formal ejército de unos dos mil hombres armados reservados a un cuartel y con poco que hacer fuera de cuidar a su comandante primer ministro. Una gruesa ayuda material, tecnológica y de asesoramiento externo podría hacer valer al interior de Haití una herramienta antibandas para control del orden. Manu militari de fuego contra fuego a ver quién podría ganar.

Una omisa Organización de Estados Americanos, que incluye a potencias europeas en calidad de observadoras, ha desconocido sus obligaciones de nivel continental y hemisférico que no le permiten permanecer de espaldas a la honda crisis institucional de Haití con desaparición casi absoluta del respeto a los derechos humanos.

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La OEA se funda en actas de constitución y en tratados que obligan a reaccionar contra la opresión a los pueblos de estados miembros mediante concertaciones continentales para reducir a obediencia a opresores, en este caso asesinos, secuestradores y asaltantes.

Existe además una Junta Interamericana de Defensa compuesta por generales trajeados, delegados de todos los ejércitos de la región, residiendo con lujo en Washington, eximidos de programar ayudas en especie y apoyo logístico e instruccional contra la anarquía en Haití, órgano adscrito a la OEA sin servir de mucho.