Alternativa natural para el dolor crónico

Alternativa natural para el dolor crónico

Muchos pacientes con dolor crónico tienen antecedentes de enfermedades crónicas de las articulaciones, como es su caso, o presentan migraña, problemas digestivos, o lesiones articulares antiguas, causadas por accidentes o traumas.

El organismo responde a la lesión de los tejidos dañados con la liberación de ciertos químicos en la sangre llamados prostaglandinas, que son la causa del proceso inflamatorio y la producción del dolor.

En el dolor agudo, se resuelve más rápidamente, en días o semanas, cuando el proceso inflamatorio que causó la lesión, es controlado. El dolor agudo y crónico es usualmente tratado con medicamentos llamados anti-inflamatorios no esteroideos, como el ácido acetil salicílico (aspirina), el ibuprofeno, o narcóticos de acción moderada. Sin embargo, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios en algunos de los pacientes, como molestias digestivas, sangrado digestivo, o daño hepático.

Los tratamientos más conocidos en la actualidad son los medicamentos anti-inflamatorios inhibidores de la enzima ciclo-oxigenasa (inhibidores COX-2), como el Rofecoxib (Vioxx) y Celecoxib (Celebrex), indicados para el tratamiento del dolor y la inflamación. El problema con el consumo de estos tratamientos a largo plazo, son efectos secundarios no deseados. Hay ahora productos en el mercado que son alternativas a los farmacéuticos inhibidores del COX-2, que provienen de compuestos botánicos naturales. La compañía Unigen Pharmaceuticals, en Broomfield, Colorado, ha sacado al mercado un producto natural (extracto de plantas), llamado RegeneCare, que es un inhibidor de la cilclooxigenasa, sin efectos secundarios, comprobado en estudios clínicos. Alternativa para los pacientes que desean un tratamiento natural para el alivio de las molestias articulares.

Otros productos naturales que le pueden ayudar son los siguientes:

Acidos grasos esenciales: las grasas de buena calidad que contienen el ácido graso esencial Omega 3 ayudan a controlar el proceso inflamatorio. El ácido graso Omega 3 está presente en el pescado de aguas frías como el salmón, la trucha y el salmón azul del Atlántico; en el germen de trigo y en las semillas de lino (flax seed oil). Las grasas que pueden aumentar el proceso inflamatorio son las que se encuentran en frituras, carnes rojas, productos lácteos, manteca y aceite de maíz.

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