POR CLAUDIO CABRERA
Los ingresos recibidos por el Estado provenientes del petróleo decayeron notablemente entre los años 2003 y 2004, a pesar de que la reforma tributaria del 2001 había logrado mejorar las recaudaciones por concepto del diferencial, según el documento «Crecimiento de los Precios del Petróleo y sus Repercusiones en la República Dominicana».

Esto significa que el país perderá capacidad para el pago de la deuda externa, contraviniendo el objetivo de la Ley de Hidrocarburos, que establece y define el destino de dicho diferencial.

«En los años más recientes (2003 y 2004) la renta petrolera pública siguió creciendo. Sin embargo, su aporte para el pago del servicio de la deuda ha caído a la mitad. Esto, como reflejo del crecimiento en más de un 100% del peso del servicio de la deuda y por la devaluación de la moneda nacional», indica el estudio, elaborado por la Unidad de Análisis Económico del Secretariado Técnico de la Presidencia.

Se señala que para este año 2005 se proyecta que la incidencia de la tributación sobre los ingresos totales se situará en alrededor de 16.4% al nivel histórico (16.6%) alcanzado en 1994.

Expresa que los ingresos petroleros disponibles para el pago de la deuda externa se situaron en menos de la mitad debido a la caída de la capacidad recaudadora de dicho impuesto.

«Su aporte para el pago del servicio de la deuda ha caído a la mitad», expresa el documento. De acuerdo con los resultados, el máximo histórico de la relación del tributo petrolero respecto al Producto Interno Bruto (PBI) se obtuvo en 1994 con un 26% obtenido.

A referirse a la fluctuación de los ingresos del petróleo, se establece que se percibe a todo lo largo de los trece años, entre 1992 y el 2005, que lleva creado el impuesto, son notorios períodos de crecimiento propiciados por la aplicación de reformas tributarias cuyo impacto tienden a su rápido agotamiento, dando paso al crecimiento lento o negativo de as recaudaciones.

Refiere que el impacto inmediato de la reforma tributaria del 2001 y la implementación de la Ley de Hidrocarburos fue un crecimiento extraordinario de la recaudación con un 186% para ese año.

Revela que dicho impulso se agotó en 2003 cuando fue de sólo 2.2%, producto del rezago en la administración del impuesto.

Resultado de la política de cero rezago aplicada por las nuevas autoridades el impuesto recuperó la dinámica de crecimiento y concluyó el 2004 con un monto de RD$11,082 millones, 33.9% respecto del recaudado en el 2003.

No obstante, tal crecimiento nominalmente estuvo por debajo del crecimiento nominal del PBI en ese año en 54.4%.

El estudio vincula el deterioro en las recaudaciones con el deterioro macroeconómico que conllevó a una caída de los ingresos tributarios, a la caída del Producto Bruto Interno (PBI) y el aumento en las disponibilidades para el pago de la deuda externa.

A ponderar la necesidad de establecer un plan nacional de ahorro de energía, el documento subraya que con la actual tendencia al alza mundial del crudo, el país podría sufrir mayores reveses si no varía la actual política, estableciendo nuevos lineamientos que permitan ahorrar combustibles.

Como una política destinada a ahorrar energía, propone entre otras sugerencias, sustituir el fuel oil y otros derivados por otras fuentes como el carbón mineral, el gas natural, «que son más baratas y ambientalmente más amigables».

Resalta que es el objetivo de la Ley 112-00 es aplicar el impuesto al consumo de combustibles fósiles y derivados del petróleo al pago de la deuda externa.