Alto a la agresión de género

Alto a la agresión de género

Para la sociedad dominicana debe ser de gran satisfacción que se encienda una luz de esperanza en la bruma que ha hecho de la violencia de género uno de nuestras perturbaciones sociales más graves. Es más, las iniciativas anunciadas por el procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, deben dar lugar a un compromiso nacional para empujar hacia el éxito ese esfuerzo. Como parte de una estrategia integral, el Ministerio Público, en coordinación con múltiples instituciones, ONG y personalidades, revisará los instrumentos y leyes que se tienen a la mano para ponerlos a tono con la necesidad de atacar las causas y disminuir la violencia de género y proteger mejor a la mujer.
Y es que no se trata únicamente de perseguir las vías de hecho en perjuicio de la mujer, sino también intervenir para que cese la explotación morbosa de la figura y encantos de la mujer en la propaganda comercial y la promoción y animación de espectáculos y deportes, así como la publicidad sobre procedimientos quirúrgicos enfocados con sentido de sexualidad femenina. El país entero debe involucrarse en esta lucha contra las causas de todo tipo de violencia de género, un mal social que en lo que va de año nos ha arrebatado las vidas de unas 70 mujeres. Todos debemos ser actores proactivos en la búsqueda del éxito de este esfuerzo. Nadie debe callar ante actitudes, conductas y acciones en perjuicio de la mujer.

Haitianización de la producción

Como parte de un proceso de décadas, que empezó con la contratación masiva de braceros para la industria azucarera, la producción agropecuaria y la construcción en el país son cada vez más dependientes de la mano de obra haitiana. Están de por medio factores económicos y sociológicos que empujan hacia este lado una densa inmigración haitiana, pero también las ventajas económicas y laborales que se obtienen con el bracero foráneo.
Este proceso de haitianización de las labores agropecuarias y de otras naturalezas ha afianzado la convicción de los productores dominicanos, de que el día que desaparezca la mano de obra haitiana, no habrá producción en este país. Habrá que ver si es un juicio atendible o exagerado, pero lo cierto es que las autoridades deben ponerle mucho caso a esta ocurrencia.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas