Alto costo en víctimas del hacinamiento en cárceles caóticas

Alto costo en víctimas del hacinamiento en cárceles caóticas

Una penitenciaría construida en 1952 para alojar a 800 internos y sus custodios y administradores no puede haber crecido espontáneamente, ni con simples anexos, hasta poder alojar bajo condiciones internas de seguridad y mínimamente habitables a más de 8 mil seres humanos en su mayoría convictos de difícil adaptación.

La mezcla en desorden de hombres de disímiles historiales de conflictos con la ley hizo que en la cárcel de La Victoria lo que triunfara ayer en la madrugada fuera el remolino de una riña a base cuchillos y balas que dejó tres muertos y nueve heridos, algunos severamente.

Tienen que estar constituidas en barriles de pólvora las sobrepoblaciones de individuos privados de libertad y sin condiciones materiales que el Estado debe proporcionar para alimentarse, dormir y ocupar parte de su tiempo en actividades que contribuyan a sobrellevar el aislamiento sin envilecerse más.

Desde las rejas hacia adentro de ese y otros recintos dominicanos, las reglas las ponen las ansias de sobrevivir en inhumanos apretujamientos con urgencias de dinero que debe llegar desde fuera para comer y hasta para adquirir espacios para dormir y automedicarse.

En esos enclaustramientos llevados a existir al margen de la ley, el orden y los derechos individuales, cada suministro cuesta mucho más caro que donde exista libertad; lo que hace prosperar viles negocios de explotación. Los problemas legales que han impedido contar con una nueva Victoria deben ser superados.